Santo Domingo. – El presidente de la República, Danilo Medina Sánchez cometió varios errores durante el discurso donde habló acerca de someter una reforma constitucional para poder pasar la reelección y volver a ser mandatario en el 2020.
El primer error fue que Danilo Medina indicó que les dijo a sus compañeros Felucho Jiménez, Gustavo Montalvo y José Ramón Peralta, para que anunciarán que él no se iba reelegir en el 2020, ellos lo anunciaron, pero el pueblo no les creyó por las mentiras del mandatario con su “Quirinazo” en el 2015.
A partir del 2018 parte de su entorno comenzó a halagarlo y entusiasmarlo para que se reeligiera y violara las leyes, la Constitución y su juramento ante Dios y el país, mientras él mandó a decir que no iba, sin embargo, su entorno trataba de imponer la reelección “a trocha y mocha” sobornando y comprando a legisladores de la oposición y hasta de su propio partido con dinero de la corrupción de su gobierno, además de romper la firma del pacto de los 15 puntos firmado por los miembros del Comité Político del PLD el 19 de abril en Metro Country Club, por lo que todo eso se quería echar por la borda y no reconocerlo.
Lo correcto era que el gobernante Medina Sánchez mandara a decir que iba a respetar las leyes, la Constitución y el pacto que fue refrendado por un tribunal y por la plenaria del PLD, dando así la garantía de unidad en la organización morada. Aunque también se complicaba más la situación si lo decía así tan claro, porque le podían aplicar la soledad del poder como ha pasado con otros gobernantes.
El segundo error radicó en acusar a un sector minoritario del PLD, de minar la popularidad del Gobierno de Medina, es otro error debido a que su administración marchaba bien, hasta que surgieron las presiones internacionales sobre el caso de corrupción Odebrecht donde su gestión y muchos de sus funcionarios están manchados por el dinero corruptor de los sobornos de la empresa brasileña, además se suman otros factores, como son los inversionistas de energías o planteros que se ven amenazados con la instalación de la nueva planta Punta Catalina, ellos y otras empresa articulan y financian el movimiento llamado “Marcha Verde”, un colectivo de la sociedad civil que venía en boga en América Latina y Europa, cuyas actividades en todo el país le disminuyó 40 puntos en tres meses al gobierno, es constatable sólo con ver las encuestas antes y después de la Marcha Verde.
El tercer error fue romper con aliados seguidores del expresidente Leonel Fernández, simplemente porque son partidarios del León. Así como también, las cancelaciones masivas de peledeístas de las bases, porque no apoyaban la reelección a un tercer mandato y querían que se respetara el orden institucional, sin tener en cuenta que un cancelado por sectarismo se convierte en un enemigo innecesario, por tal motivo muchos enemigos pasan a ser una fuerza de poder y rechazo.
Otro de los errores cometidos por el jefe de Estado Danilo Medina y los danilistas fue contratar mercenarios y sustentar su proyecto reeleccionista en prostitutas y comerciantes de la política, ya que este tipo de persona no es leal además de que trabaja por paga. Pero en el momento dado, no defiende la ideología y defensa de un gobierno, debido a que eso sólo lo hace la gente propia de un partido. En consecuencia, la relación partido gobierno no existe.
Por último, el presidente Danilo Medina y sus secuaces perdieron de vista que en política la coyuntura que te favorece hoy, mañana te perjudica; lo decimos por la ocasión presentada para lograr la reelección en el 2015-2016 donde Danilo, José Ramón Peralta, Gustavo Montalvo, Roberto Rodríguez Marchena, Rubén Bichara y Gonzalo Castillo se apoyaron en el capo Quirino Ernesto Paulino Castillo para lograr modificar la Constitución y permitir la reelección de Medina, cosa que no pudieron lograr en el proyecto continuista hacia el 2020 con la segunda parte del “Quirinazo”, porque a los que le ayudaron en ese proceso para mantenerse en el poder, el gobernante y sus paladines los traicionaron a todos incluyendo a Ángel Rondón. Cuando señalamos que se valieron en el narcotraficante no estamos diciendo que el León no tenga la deuda pendiente de los supuestos 200 millones, sino más bien que se aprovecharon esa trapisonda para detener los vientos de Leonel e imponer la reelección de Medina Sánchez.
Lo que indica que a la dictadura Danilista le va a pasar lo que establecen las muy conocidas frases: “El que siembra viento cosecha tempestad” y “El que a hierro mata a hierro muere”.
Por la redacción del periódico Sin Cortapisa
