Salud

Investigadores advierten acerca del riesgo que representa el cigarrillo electrónico para la salud


EEUU.-Un nuevo estudio publicado el pasado jueves por el Instituto Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental de Estados Unidos aunó más evidencias que fundamentan una teoría concerniente a los riesgos intrínsecos del consumo del cigarrillo electrónico: su uso puede exponer a las personas a una peligrosa cantidad de toxinas como el plomo y el arsénico.

Para la confección del artículo académico, difundido mediante la revista científica Enviromental Health Perspectives, investigadores de la Universidad John Hopkins analizaron el referido sistema de inhalación de 56 consumidores crónicos. Estos dispositivos cilíndricos, de naturaleza reutilizable, le permiten al usuario rellenar su suministro del líquido vaporizador con otro dispensador de botellas.

Los científicos sondearon primeramente el líquido dentro del cigarro electrónico, cuyo componente principal es el glicol de propileno, para detectar algún metal común. Posterior a esto, examinaron el aerosol inhalado por los pulmones de los usuarios para luego evaluar el restante líquido que contiene el artilugio electrónico.

Niveles insignificantes de elementos metálicos fueron hallados dentro del sistema inhalador del artefacto; sin embargo, en varias de las muestras se detectó un elevado porcentaje de plomo, cromo, níquel, manganeso y zinc.  Los primeros metales son potencialmente tóxicos en cualquier forma, mientras que los restantes  resultan letales al ser inhalados.

En el líquido residual del dispositivo también se halló una concentración de estos metales, aunque no tan considerable.  Acorde con los resultados de la investigación,  uno de los factores que incide en la contaminación detectada es la bobina de metal utilizada para calentar el líquido que contiene el cigarrillo electrónico.

“Es importante que la FDA, las compañías de cigarrillos electrónicos y los mismos consumidores sepan que estas bobinas de calentamiento, tal como son fabricadas actualmente, están filtrando metales tóxicos, que luego entran en los aerosoles que inhalan los pulmones“, sentenció la autora principal del trabajo, Ana María Rule.


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