EEUU.-El arranque de la temporada 2018 de Fórmula 1 no ha sido, ni mucho menos, como esperaba Lewis Hamilton. El vigente campeón no ha subido aún al primer puesto del cajón, y ya van tres carreras de año. El Mercedes W09 que, en teoría, se iba a comer a sus rivales se ha quedado en un firme candidato y, aunque probablemente sí sea el mejor coche, aún no ha entrado en primer lugar en lo que va de año.
No hay margen para no ganar más. Hamilton es consciente de que quedan muchas carreras por delante, pero también lo es de que Sebastian Vettel no le va a dar ni una facilidad. El de Ferrari cuenta con sólo 9 puntos de ventaja, pero esa diferencia puede ser un mundo o una nimiedad en función de lo que ocurra en la siguiente carrera de la temporada, el GP de Azerbaiyán.
No obstante, es consciente de que parte con desventaja. O, al menos, esa es la estrategia: dar el papel de favorito a su rival. “Somos el segundo o tercer equipo en estos momentos, así que tenemos que mejorar, lo cual no es imposible. Lo que este equipo ha demostrado a lo largo de los años es excelencia a la hora de permanecer unidos, y trabajar y seguir trabajando”, señalaba antes de viajar a Baku.
Hamilton ha acabado quinto en las dos carreras disputadas en Azerbaiyán, lo que implica no sólo que no ha ganado, sino que ni siquiera se ha subido al podio. Eso no implica que los Mercedes vayan mal aquí: Nico Rosberg ganó en 2016 y Valtteri Bottas fue segundo en 2017.