Por: Daygorod Fabián Sánchez
Desde los años 1800 Napoleón fue enviado al exilio. Prisionero en una isla, sin poder, sin gloria y todo ideado para burlarse de él.
Pero incluso estando fuera de su país, sus adversarios le temían, colocaba nerviosos a todos, de sólo pensar que volvería al trono.
Estaba en la isla de Elba, ahí habían sido enviados distintos personajes a burlarse de él, para desmoralizarlo. Sin embargo, ocurrió algo que dejó atónitos a todos. Se levantó, rodeado por todas partes, con los cañones encima de él y se escapó, a plena luz del día.
Con un pequeño ejército empezó a caminar por la ciudad (Francia) y cuando sus antiguos soldados lo vieron abandonaron al Rey impostor y se unieron al legítimo para ellos.
El impostor no le quedó otro camino más que el abandonar el trono, y declararon Rey a Napoleón. Todos los estratos sociales reconocieron el talante del adorado Rey.