Por: Bienvenido Durán
Estamos viviendo una época de agitada y contradicción política, donde ya no se imponen el guardia ni el general, sino gobernantes y sequitos que cambian la regla de juego desde el poder para su beneficio personal y perpetuarse en el poder, rompiendo todo orden institucional , es ahí ante esa la amenaza que surgen movimiento sociales creando su causa, y esa causa debe estar ligereada por alguien, porque los pueblos siguen líderes que asumen su causa, y en esta época la encarna Leonel Fernández, así como en los años 80’ la encarnaba José Francisco Peña y Juan Bosch,
Leonel aprovecha en cada momento y en cada discurso que asiste para dar su rugido de libertad y respecto de la constitución, y con expresiones que se han hecho popular entre los ciudadanos, como ésta “y es que la constitución tiene límites y eso limites hay que respetarlos” en el 2015 siendo derrotado y traicionado por su propio compañeros de su partido por el tema de la modificación a la Constitución, pero parece que aprendió la lección, porque más allá del 2015 ha abrazado la causa del pueblo que le respeten su constitución, pero así es la paradoja de la vida, mucha veces en política se gana perdiendo, además no hay una cosa más justa que el tiempo cuando se tiene la razón, y hoy está en el corazón de los dominicanos con una popularidad que las encuestas los dan como favoritos para la elecciones presidenciales del año 2020.
Fernández no es un Gandhi ni un Martin Luther King, pero se ha convertido en la antítesis de aquellos que quieren romper el en orden democrático y desoír al pueblo cuando más del 70% no está de acuerdo que se modifique la constitución para una reelección, su amor supremo sobre el derecho y las libertades del hombre están llevando una verdadera revolución ciudadana con conciencia y de respeto constitucional. Y varios poderes facticos siguen sumándose al llamado que hace Fernández, recientemente la iglesia católica en su Sermón de la siete Palabras dejó bien claro, que no está de acuerdo una modificación constitucional para una reelección, así como Participación Ciudadana,
Algunos los podrán ver como el clavito en el zapato, pero embargo sin oposición política, no hay manera de que la democracia cumpla ninguno de los elementos esenciales proclamados por la Carta Magna, en esencial (respeto al límite del poder y las libertades fundamentales)
Leonel es un proveedor de ideales, ha sustentado su estilo de gobierno respetando los límites constitucionales y la inclusión, fruto de esa práctica democrática que parece un molde, llegado de la historia de Jean-Jacques Rousseau, barón de Montesquieu y Eugenio María de Hostos, Es bueno recodar que en el año 2000 mil, rechazo una propuesta para modificar la constitución y reelegirse, igualmente en el 2011 rechazo la propuesta de 25 senadores y el poder mediático y más de dos millones de firmas, pasando la antorcha y ayudando a ganar su compañero de partido Danilo Medina, eso es ser una demócrata.
Leonel encarna la resistencia a la modificación constitucional como un águila en la majestad de su cumbre, su práctica de maestro, su voz fuerte rugiendo, como en una selva tropical muestra a menudo la rebeldía de su garra de león, y abrazando la causa del pueblo de respeto al orden constitucional.