Salud

Experto afirma que un 59 % de las embarazadas padecen descontrol urinario


Santo Domingo.- Según el doctor Francisco Álvarez Alma, entre el 40 y el 59 % de las embarazadas padecen de incontinencia urinaria de esfuerzo, que a medida que avanza el embarazo empeora el cuadro. Durante un embarazo la mujer puede experimentar múltiples cambios que van desde hormonales, psicológicos y físico. Este último, probablemente, es el más notorio, tanto a nivel externo como interno.

En la etapa de gestación se pueden presentar situaciones que podrían afectar la funcionalidad y la calidad de vida de la madre, como es el caso de una disfunción del piso pélvico, incluyendo la incontinencia urinaria (pérdida involuntaria de orina), el prolapso de órganos pélvicos (descenso) y la incontinencia anal (pérdida involuntaria de heces fecales).

Según explica Francisco Álvarez Alma, ginecólogo laparoscopista, encargado de los Trastornos del Piso Pélvico Femenino de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (Cedimat), la incontinencia urinaria de esfuerzo es común durante el embarazo, con una prevalencia de 40 a 59 %, lo cual, a medida que avanza el embarazo.

Incontinencia aumenta

El experto dice que en la mayoría de los casos, la incontinencia desaparecerá en el postparto. Sin embargo, se estima que su prevalencia es de un 15 a un 30 %. “Luego de un embarazo y un parto, el 31 % de las mujeres tendrán un prolapso al menos de grado dos. Varez Alma destacó que en el caso de un parto vaginal espontáneo el 14-15 % tendrá un prolapso que sobrepase el himen comparado a sólo un 5% luego de una cesárea”, detalla Álvarez Alma.

Sobre la incontinencia anal durante el embarazo, el galeno explica que el 10 % de las mujeres la presentarán, y en un 29.7 % persistirá en el periodo postparto. “Se cree que las causas de estos trastornos durante el embarazo están asociadas a un efecto secundario del aumento de la presión intraabdominal o a cambios en el tejido conectivo.

Por tal razón, se considera un factor de riesgo durante el período, sin importar qué tipo de parto tenga la madre”, dice Álvarez Alma.

Sin embargo, el factor de mayor incidencia es el parto vía vaginal, el cual, según Álvarez Alma, aumenta considerablemente de acuerdo al número de partos que tenga la mujer. Por ejemplo, en un primer parto tiene un 18 % de probabilidad, en un segundo un 24 % y en un tercer parto un 32 %. A pesar de esto, el doctor no favorece como primera opción a que la madre se haga una cesárea electiva, ya que un “parto natural”, tiene múltiples beneficios para la madre y su cría.

Prevención

Existen autores que preconizan que a todas las mujeres después del parto se les debería prescribir un programa de entrenamiento del suelo pélvico.

Mientras que otros consideran que la prevención debería comenzar en el embarazo, sobre todo, en la población considerada de riesgo, es decir, aquella que sufre o que ya sufría antes del embarazo una incontinencia urinaria de esfuerzo, IUE.

“Durante el embarazo, debemos preparar el tejido perineal de cara a soportar el parto vaginal sin desgarros y prevenir las disfunciones del suelo pélvico en el postparto.

Para ello, recomiendo trabajarlo en dos sentidos: por una parte, dando elasticidad al tejido conjuntivo mediante maniobras de estiramiento y masaje perineal, a partir del tercer trimestre de gestación”, aconseja Álvarez Alma, quien dice que esto evitará la distocia muscular durante el expulsivo.

Féminas deben relajar la musculatura

El especialista también advierte que la mayoría de la población femenina no tiene una buena conciencia de las contracciones y en consecuencia, tampoco de la relajación de la musculatura del suelo pélvico. Por tal razón, recomienda enseñarlas a que tengan conciencia sobre cómo trabaja esta musculatura para que tenga buen control voluntario sobre la misma.

Algunos estudios, según Álvarez Alma, aseguran que el entrenamiento intensivo de la musculatura del suelo pélvico durante el embarazo reduce la IUE en el postparto. Además, el entrenamiento de la musculatura del suelo pélvico en el embarazo puede ayudar a contrarrestar los efectos del incremento de presión intraabdominal causado por el crecimiento del feto, la reducción de la presión uretral producida por la disminución del nivel de estrógenos y el aumento de la laxitud de fascias y ligamentos en la zona pélvica.

 

 


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