Noticias

El político inepto


Por: Edwin Pinega

Sin ánimo de ofender a muchos que hacen política decente. Ahora, los que se sientan aludidos expresen su sentir, estaremos en disposición de responder, con altura, el criterio que nos caracteriza.

La política como vocación, su finalidad es el bienestar colectivo de los pueblos, es nuestra utopía. Los hombres y mujeres una gran mayoría cuando llegan a ocupar un cargo, y debido a las debilidades del modelo de la política dominicana, y dada la doble moral, estos terminan convirtiéndose corruptos politiqueros. Es el reflejo en el ámbito nacional, presidencial, hasta las instituciones locales de nuestros pueblos. Las instituciones del estado, no se tienen que usar como negocio personal, es del pueblo y al pueblo le corresponde su patrimonio.

Esta política de gestores ineptos, intentan casi siempre ver a sus ciudadanos de rodillas. Se hacen las víctimas de las desgracias creadas en la sociedad y cuando las víctimas son otros. Es por estos incompetentes, algunas organizaciones llevaremos a cabo la idea de sensibilizar, concienciar a las personas de nuestra tierra.

Parodias del político incompetente:

  • Se protege con insultos cuando se le cuestiona, esto porque carece de transparencia y razonamiento.
  • Quiere ostentar la verdad absoluta, cuando no la tienen.
  • No asume errores, cuando lo ha cometido y se ha comprobado.
  • Carece de argumentos, porque no se fundamenta en la verdad.
  • No comparte información de interés general, porque ve que peligra su negocio. Claro, se creen que las instituciones de los pueblos son de su propiedad.
  • Temen a la información compartida con los ciudadanos y el país.
  • Es totalitario, piensa que sólo su exposición es la que vale.
  • Humilla a los pueblos y sus ciudadanos.
  • Es ostentoso, con el resultado de lo que le pertenece al pueblo.
  • Se creen los más sabio, pero le falta transparencia y ética.

Una sociedad poblada de políticos fatuos e incompetentes, sin ideas, a la búsqueda obsesiva de sustraer erario público, caracterizados por su mediocridad y su superficialidad, no es lo que merecemos. Una pregunta me viene a la cabeza: ¿No existen masas críticas de nuestra sociedad? Me atrevo a responder, sí la hay. Pero el temor que tienen, no son capaces de emprender acciones en búsqueda del interés de nuestra sociedad.

“Los empleos públicos pertenecen al Estado; no son patrimonio de particulares. Ninguno que no tenga probidad, aptitudes y merecimientos es digno de ellos”. –  Simón Bolívar.


Botón volver arriba