Santo Domingo.- Las autoridades policiales atribuyeron más de 30 asesinatos al exoficial de la Policía Nacional, Fernando de los Santos “La Soga”, quien está siendo acusado de pertenecer a una resd de sicariato.
Tras más de seis años de persecución y ser el más buscado en el país por los organismos de seguridad del Estado, la Policía Nacional apresó al exteniente de esa institución Fernando de los Santos, alias La Soga.
Fuentes de la Policía y la defensa del detenido explicaron que el arresto se produjo a la 1:00 de la madrugada del miércoles en la ciudad de Santiago, y que este jueves se le conocerán medidas de coerción.
A La Soga se le atribuye haber cometido más de 30 muertes por encargo, incluyendo a miembros de la propia Policía Nacional, por lo que era requerido por la justicia de Santiago, a donde ayer se rocesaba su traslado desde Santo Domingo. Además, era buscado por la Interpol.
La Soga desertó de la Policía en 2011 en medio de una serie de homicidios ocurridos en Santiago, y varios cadáveres hallados en la presa de Tavera con blocks amarrados a los pies.
Desde entonces surgieron múltiples versiones que indicaban que el prófugo tenía protección de cuerpos armados que le permitían mantenerse en la clandestinidad.
Entre los homicidios que se le sindican a La Soga están los nombrados Elvis Sebastián Valerio Espinal y Luis Rigoberto Torres Ortega, quienes habrían sido mandados a matar por los comerciantes Joan Silverio Ureña y Bonel de Jesús Lanfranco.
Supuestamente, La Soga fue contratado por la suma de RD$250 mil para eliminar a esas personas, de cuyo dinero se le adelantó RD$150 mil, y el resto después que cumpliera la misión.
Tras su deserción de sus filas, la Policía desplegó una campaña para apresarlo. Incluso en el 2012, la institución envió un equipo a investigar si se encontraba en Haití, regresando con las manos vacías.
La Soga era señalado como miembro del denominado equipo “Escuadrón de la Muerte”, al que también supestamente pertenecía el sargento mayor Ramón Darío Cabrera (Cabrerita), muerto de múltiples balazos el 25 de noviembre del 2004.
Al abandonar las filas policiales, La Soga frecuentaba muchos las galleras, ya que en su residencia de Gurabo tiene una traba de pelea.
