Por: Juan López
El consenso generalizado indica que, por su irresponsable actuación, la JCE realizó un verdadero toyo, tirando por las inmundas cloacas el chin de credibilidad que todavía le tenía el pueblo dominicano.
El hecho sin precedentes en la historia política de la R. Dominicana, con la anulación de las elecciones municipales, este 16 de febrero, tiene graves consecuencias económicas, políticas y sociales que ameritan una exhaustiva investigación para identificar a los autores materiales e intelectuales y aplicarles todo el peso de la ley.
