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Vladimir Guerrero se convierte en el tercer dominicano en ingresar al Salón de la Fama


EEUU.-El pelotero Vladimir Guerrero, uno de los jugadores más carismáticos y talentosos de su generación, fue elegido  al Salón de la Fama tras llevarse el 92.9% de los votos por parte del electorado de la Asociación de Cronistas de Béisbol de Norteamérica (BWAA, por sus siglas en ingles), superando por mucho el 75% de los votos requeridos para ser exaltado.

De 42 años de edad, Guerrero se convierte en el tercer pelotero nacido en la República Dominicana en ingresar al Salón de la Fama -y el primer jugador de posición- uniendo su nombre al de Juan Marichal y Pedro Martínez.

Guerrero jugó la mayor parte de sus 16 años de carrera en la Gran Carpa como jardinero por los Expos y Angelinos, aunque también tuvo un breve paso por los Rangers y Orioles en el ocaso de su carrera. Aún se desconoce qué equipo Guerrero representará en su placa. Los Expos cuentan con tres inmortales del béisbol — Gary Carter, Andre Dawson y Tim Raines – quienes aparecen en sus placas del Salón con la gorra de Montreal. Los Angelinos aún no tienen a un representante en Cooperstown.

Un pelotero de cinco herramientas, Guerrero finalizó su carrera con promedio de .318, porcentaje de embasarse de .379 y .553 de slugging, 449 cuadrangulares, 1,496 carreras empujadas, 2,590 imparables y 1,328 carreras anotadas. Contaba con un potente brazo y fue una amenaza en las bases al inicio de su carrera, en la que acumuló 181 estafas — 40 en 2002 y 37 en 2001. Su palmarés incluye nueve selecciones al Juego de Estrellas y ocho Bates de Plata.

Tras dejar Montreal para firmar con los Angelinos como agente libre, Guerrero fue reconocido como el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 2004, año en que tuvo una línea ofensiva de .337/.391/.598 junto a 39 jonrones, 126 carreras producidas, 39 dobles y 15 bases robadas para ayudar a los Angelinos a ganar el banderín del Oeste de la Liga Americana.

Dotado con una estupenda coordinación mano-ojo y la osadía de hacerle swing a todo, Guerrero forjó una reputación como el mejor bateador de lanzamientos malos en el juego, llegando al punto de conectar imparables a pitcheos que primero picaban en el terreno.

Mike Scioscia, quien dirigió a Guerrero durante sus seis temporadas en Anaheim, dice que la zona de strike del cañonero abarcaba «desde la nariz, hasta sus pies, literalmente».

«Este muchacho era una máquina en el plato», expresó el capataz sobre Guerrero durante una entrevista para MLB Network Radio.


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