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El PLD debe ejercer su papel de partido de Gobierno


Por: Lic. César Fragoso

Todos en República Dominicana hemos sido testigos de la andanada de acusaciones que desde la diezmada oposición y desde el llamado Movimiento Verde, le han hecho al Gobierno del Partido de la Liberación Dominicana.

Desde llamarles corruptos a los funcionarios, hasta pedir la destitución del presidente Lic. Danilo Medina, han sido partes de los improperios que todos hemos escuchado.

No obstante esto, ha sido muy pobre la defensa que a favor de su Gobierno, ha hecho el PLD.

Con raras excepciones de dos o tres que han salido en defensa del accionar gubernamental, los dirigentes peledeístas, de todos los niveles, han brillado por su ausencia en lo que debería ser su papel de cuidar el arduo trabajo que se desarrolló para que Medina continuara por otros cuatro años dirigiendo el país.

Ese desgano de los morados, es una lectura que hasta el más analfabeto de los políticos entiende con una simple mirada, pero que pareciera como si los directivos de la franquicia creada por el Profesor Juan Bosh se dan por desentendidos sobre el tema o, sencillamente, no quieren enfrentar la situación que tienen en la actualidad.

Desde el más humilde hasta es más alto dirigente del peledeísmo juega y ha jugado un papel preponderante en su organización, lo que ha permitido convertir ese partido en el más grande que existe en la actualidad y, como en este momento no tiene una  oposición organizada, siguen teniendo la posibilidad de continuar siendo partido de Gobierno por otros cuatros años a partir de agosto del 2020.

Sin embargo, ese sentimiento de grandeza que pareciera tener los que hoy disfrutan de las mieles del poder, no necesariamente es el sentir de las mayorías que  han dedicado sus esfuerzos para llevarlos a ocupar sus posiciones en el tren estatal y, cada vez que pueden, expresan su descontento, con ellos en particular y con el Gobierno en general, manifestándose todo esto en un sentimiento negativo hacia el Partido.

Esa situación hace que se perciba en la población, como que el partido ha dejado solo al Lic. Danilo Medina para que sea él quien defienda su mandato, y sus funcionarios, lo que,  se quiera aceptar o no, lo pone en cierta desventaja ante los que les adversan ya que, se siente, como que el Gobierno está a la defensiva ante sus oponentes y se ve precisado a responder, hasta en voz del propio mandatario, a temas que podrían ser manejados por su vocero o por los miembros del Comité Político.

Los dos ejemplos más papables de esa creencia, lo representan el tema del supuesto soborno a ejecutivos del Estado por parte de la empresa ODEBRECHT, tanto para la ejecución de la construcción de la planta a carbón de Punta Catalina, como de las demás obras desarrolladas por la misma,  así como la denuncia de que dicha empresa financió la campaña del gobernante mediante la sobrevaluación de las construcciones.

Tanto en el primer caso como en el segundo, el propio Lic. Danilo Medina tuvo que salirle al paso a los comentarios generalizados de la opinión pública, dicho sea de paso, muy bien manejado y aprovechado por los del Movimiento verde, viéndose precisado a incluir un comentario sobre el tema en su discurso de rendición de cuentas y retar a quienes les endilgan lo del financiamiento de la campaña, a que le demuestren que él recibió un solo centavo de ODEBRECHT.

Si bien es cierto que los ataques de los adversarios del PLD van dirigidos hacia el Presidente y sus Funcionarios, y no a la mayoría que les llevaron al poder, no menos cierto es, que todos los que trabajaron por el triunfo peledeísta, son responsables de las acciones buenas o malas del Gobierno y, al no sentirse ser parte del mismo o, quizás por un sentimiento de abandono, en lugar de salir a defender el Gobierno que ayudaron a reelegir, prefieren quedarse de brazos cruzados.

Lo malo de esto es, que la apatía  y el desaliento que se siente en el peledeísmo, se ha convertido en una especie de rebeldía que se manifiesta en la falta de asistencia a las pocas convocatorias a reuniones que hace el partido y, la frase generalizada es: “Que se defiendan ellos”, cuando uno que otro hace referencia a la necesidad de que salgan en defensa del Gobierno.

A pesar de todo esto, no se siente una respuesta real de parte de la Dirección que representa el Comité Político, ya sea unido como un equipo o de manera individual por algunos de sus miembros.

Lo mismo pasa con los que conforman el  Comité Central, siendo en este principal organismo de dirección, donde se encuentran los que se sienten más inconformes con la administración  que encabeza su partido.

Siendo así las cosas hay quienes, desde ya, se expresan con dolor y dicen que no volverán a realizar labores proselitistas en interés de que el PLD continúe en el poder más allá del 2020.

Esa situación, que es del conocimiento de los altos directivos de los morados, podría no ser considerada como un aspecto prioritario del momento, debido a que aún falta mucho para las próximas elecciones.

Sin embargo, de no tomarse a tiempo las medidas correctivas que hagan cambiar el sentir y el desgano de la militancia peledeísta, lo que está sucediendo en la actualidad, se podría convertir en una gran bola de nieve que seguiría creciendo con el paso de los días y llegaría a ser indetenible.

No obstante, se espera que los miembros de la franquicia creada por Juan Bosh entiendan que, al final de cuentas, es mejor tener el control del país, aunque los más beneficiados sean unos pocos, a que el poder caiga en manos de la oposición y con ello, salgan todos del Gobierno.

La posibilidad de que puedan llegar a perder las elecciones del 2020 sería el elemento de reunificación de la familia peledeísta, con un marcado interés de todos los que son o han sido funcionarios estatales ya que entienden, que, ante un posible gobierno dirigido por sus opositores, serían muchos los que podrían pasar unas vacaciones indeseadas en la cárcel de Najayo.

Si el Partido de la Liberación Dominicana llegara a perder las elecciones de mayo del 2020, meter presos, con razón o no, a la mayoría de los que habrían dirigido la nación por 20 años consecutivos, sería la manera más efectiva de quien llegue a gobernarnos, primero, para satisfacer las exigencias que recibirían de sus votantes y segundo, como estrategia que le permitiría hundir el peledeísmo y evitar que vuelvan al poder en el futuro cercano.

Vistas estas posibilidades, se hace imprescindible que se reunifique el partido alrededor de sus dos principales figuras del momento que son, el Presidente de la República Lic. Danilo Medina y el Ex Presidente dominicano y Presidente del partido, el Dr. Leonel Fernández.

Danilo y Leonel deben buscar la manera de limar sus diferencias, sanar sus heridas, si las hubiera, y dar un mensaje claro de unidad monolítica para relanzar su organización.

Ellos, más que nadie saben que, de perder las elecciones en el 2020, serán los primeros en sufrir los embates de la venganza de sus adversarios y que además, serían los verdaderos responsables de lo que le pase a su partido.

Cualesquiera que sean las circunstancias, si los morados quieren seguir dirigiendo el país tienen que buscar la manera de ponerse de acuerdo y, sobre todo, desde el Palacio Nacional, encontrar la fórmula que permita al PLD ejercer su papel de partido de Gobierno.


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