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¿Qué pasa con el periodismo dominicano?


Por: Carlos Nina Gómez

¿Qué pasa con el ejercicio del periodismo en República Dominicana?

La pregunta surgió en el marco de una conversación en la que participé junto a un selecto grupo de colegas.

Abordábamos el tema periodístico, los medios de comunicación, la desfachatez y la indecencia que hoy vivimos en las redes sociales.

Para mi satisfacción, veteranos periodistas -activos- coinciden con las consideraciones que he expuesto en artículos y mensajes mediante twits.

Me refiero a cómo va “transcurriendo” el periodismo que se ejerce en nuestro país en estos tiempos que marcan la modernidad en los medios noticiosos y que se suman a la llamada “era digital”.

Fausto Rosario Adames, uno de los periodistas de más reputación de República Dominicana, tiene un criterio claro sobre el periodismo local.

Tras ser galardonado en el reglón periodístico en el acto de premiación de los premios Caonabo de Oro, organizados por la Asociación de Periodistas y Escritores, Rosario Adames no vaciló en lanzar duras críticas contra el cuestionado trabajo del periodismo de ahora.

Y cito sus palabras: “Tenemos hoy un periodismo de opinión irresponsable, utilizado por gente que daña incluso el proceso democrático. Ya no tenemos periodistas que cubran las actividades oficiales, particularmente en el Palacio Nacional, pues los reporteros que buscaban el dato ya no existen y todo lo sirve exclusivamente Prensa de la Presidencia, que emplea periodistas que en sus medios están a su servicio. El periodismo ha perdido fuerza, reconocimiento y credibilidad. Nos toca rescatar su valor, su esencia y la función de fortalecer el sistema democrático”.

Valoro esa responsable opinión. Es necesario que el periodismo dominicano se levante. Digamos, “se levante de sus cenizas” y trille mejores caminos.

El periodismo dominicano tiene que sacudirse y frenar a quienes ejercen la profesión “solo a su manera”, sin importarles los principios y la ética.

Que no se pierda la esencia de tan noble profesión… no debemos dejar que la mediocridad gane la guerra, ¡aunque se sabe que esa inmediatez inepta y pusilánime ha sido ganadora de algunas batallas!

Adriano de la Cruz, quien en agosto pasado fue electo presidente del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP), junto a los demás directivos, tiene el deber -la responsabilidad profesional- de enrumbar por un sendero más creíble y amplio el quehacer periodístico en República Dominicana.

¿Ese gran propósito será posible? Ojalá tengamos una respuesta positiva y a corto plazo.


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