Sin categoría

Movimiento Verde, cuna de corruptos con disfraz ecológico


Por: Cristian Hidalgo

El distinguido miembro del Comité Político del PLD, Dr. Franklin Almeyda Rancier, acuñó una frase que dice: «la República Dominicana se divide entre corruptos y peledeístas». Con ella trazaba la raya de Pizarro para diferenciar una secta de no más de 3,000 miembros, de los partidos gobernantes de entonces (PRD y PRSC), mismos con los que se ha aliado en algún caso para ascender al poder y en otros para mantenerse en el gobierno.

En el año 1995, siendo candidato presidencial por primera vez el Dr. Leonel Fernández, vendía en sus actividades proselitistas un discurso que no pocos le compraron: «En un gobierno encabezado por nosotros, será invertido el fardo de la prueba; en vez de que se es inocente hasta se compruebe culpabilidad, ante el rumor público, todo funcionario será culpable hasta que demuestre su inocencia». Oh los políticos, hasta yo aplaudí al escucharlo.

Lo que ha ocurrido en los gobiernos del PLD es asombroso; no es el mismo discurso que se enarbola en la oposición que en el gobierno; la novia del estudiante no suele ser la esposa del profesional; cuando no tenemos nada decimos «si yo tuviera dinero haría tal cosa», ignorando que si realmente llegara a tenerlo preferirá cosas muy diferentes.

A los peledeístas les sorprendió el poder en el 1996, se volvieron locos, estaban como muchachos pobres con juguetes nuevos, empezaron por cambiar a sus esposas por otras que mejor los representen, los más conservadores instalaron sus «segunda base» paralelas, las que tenían como muñecas. A esos que tradicionalmente se habían pintado como los más «honorables», fue que más duro les dio el cambio.

A pesar de todo, de alguna manera guardaban la forma. Su gobierno 96-2000 fue bueno, los escándalos de corrupción eran mínimos, solo fueron sonados dos casos que llevó a los tribunales a algunos que posteriormente fueron descargados. Es que se conformaban con poco; su desmedida codicia creció con los años, eliminaron la raya de Pizarro y se juntaron mansos y cimarrones. Se abrieron las puertas del partido, ya los círculos de estudios eran cosas del pasado.

Ahora surge un movimiento de corruptos que pretende venderse como diferentes, con un disfraz verde para confundir a la gente. Son personas de doble moral, por un lado atacan la corrupción, pero por otro hacen gestiones de tráfico de influencia para beneficiarse de ella. Son tan protervos como los que están gobernando. Usted dirá: «no todos en la marcha verde son inmorales»; ni los gobernantes tampoco, pero con excepción de regla no se bien gobierna un país.

La gente está harta del PLD y los peledeístas están hartos de gobernar. Al final, todo el que quiere ir a administrar el estado, lo hace para saquearlo, para enriquecerse ilícitamente, para engordar sus finanzas. Son todos iguales, los verdes y los morados, los blancos y los azules, los coloraos y los amarillos; es un «quítate tú para ponerme yo», no se lucha por la alternabilidad del poder, sino de la corrupción, para crear nuevos ricos. Esos que  hoy se pintan de impolutos, son los más feroces depravados, con la diferencia que no ejercen porque están desempleados.

Estamos todos cansados de los corruptos de los gobiernos del PLD. Hoy la sociedad se divide entre éstos y los que pretender desplazarlos. Si queremos un buen gobierno debemos empezar por cambiar nuestra mentalidad como pueblo, formar buenos ciudadanos en nuestros hogares o tendremos que importarlos desde otras naciones; aquí por ahora los que pudieran manejar el estado con pulcritud e impolutas acciones no están interesados en hacerlo; mientras tanto tendremos que acostumbrarnos a ser gobernados no por los mejores, sino por los menos malos.


Botón volver arriba