Por: Ismael Molina Carrasco
En ocasión de la espectacular fuga del sistema penitenciario donde había sido enviado a pulgar una condena por asesinato, el señor QUIRINITO, diminutivo del nombre de un personaje del mundo del ampa con raigambre política y ficha del ajedrez político dominicano, varias acciones se tomaron en respuesta a tal acción.
Un espaldarazo merece el Ministerio Público, en la persona del Procurador General de la República Dr. Jean Alain Rodriguez, quien tuvo la actitud responsable de develar la trama y hacerla de dominio público, cosa que en otros tiempos se hubiera ocultado y sólo representaría un rumor inconfirmado.
Se da por sentado que el señor QUIRINITO, se escapó con la participación cómplice de personas al margen del sistema de justicia, empero el hecho develado tuvo como consecuencia la suspensión de varios funcionarios del orden judicial y del Ministerio Público en ocasión de la investigación iniciada.
Dos jueces, igual número de fiscales y un funcionario penitenciario fueron suspendidos.
La suspensión de los jueces levantó la repulsa de sus colegas en el Poder Judicial, de lo que se hizo eco una de las más importantes federaciones regionales de jueces, condenando la acción a cargo del Consejo del Poder Judicial. De hecho llevan razón los jueces que reaccionaron en repudio a tales suspensiones, pues a diferencia del Ministerio Público la labor judicial se sienta sobre los pilares de los principios de Independencia e Imparcialidad, por lo cual, el juez, obligado a decidir y a responder las procuras de las partes, no puede consultar ni pedir opinión de sus superiores, ya que son los únicos responsables de sus decisiones y estas deben estar fijadas en el marco de la ley y la justicia, sin incidencia de ningún tipo. Lo que hace de la decisión del Consejo del Poder Judicial una ilegal, inconstitucional, arbitraria y abusiva.
Más, en relación a la suspensión de los Fiscales, esta se ajusta al respeto a los procedimientos internos y a las normas prudenciales de las que se apartaron estos profesionales, ya que a diferencia de los jueces, su labor se rige por el principio Jerárquico que obliga a una cadena de mando rígida y vertical, por donde deben fluir por igual las informaciones y pedimentos de autorizaciones que no se llevaron a efecto por los fiscales en ninguno de los casos investigados, por lo que la suspensión de duchos Procuradores Fiscales se ajusta a la seriedad de la investigación y al debido proceso de ley y disciplinario interno.
Aun cuando parte del Sistema de Justicia, jueces y fiscales tienen marcadas diferencias tanto en sus labores, responsabilidades, obligaciones, cadena de mandos y límites.
Sería sensato que el Consejo del Poder Judicial órgano al que está a punto de estallarle una granada en las manos de marcha atrás y haga extensivo a otros suspendidos injustamente el levantamiento de las suspensiones erigidas en sanciones anticipadas.
