Noticias

Las primarias y el desafío de la JCE


Por: Freddy Ángel Castro Díaz

Las primarias están a la vuelta de la esquina. La JCE tiene un serio desafío, los resultados deben ser transparentes y libre de toda duda razonable.  El voto automatizado será la nueva modalidad del proceso. La junta ha establecido que no hay una trazabilidad del voto, asegurando en consecuencia que se mantendrá el secreto del voto como mandato constitucional.

La JCE sorprendió recientemente a la opinión pública, cuando dijo que no realizaría la auditoria técnica internacional, a la cual se había comprometido, esto conlleva que un sistema virgen (no probado), no certificado por marcas internacionales, como Microsoft o Lenovo, será utilizado en las elecciones primarias del día 6 de octubre, las propias primarias serán su prueba de fuego.

Estas primeras primarias tienen unas características, el PLD y el PRM concentran el 80% de los electores potenciales, con más 4,000 cargos electivos. La JCE estima que un umbral máximo del 35% concurriría a las primarias, es decir, menos de la mitad de los que dicen apoyar a esos partidos; es una estimación de alto riesgo porque estos partidos pudieran sorprender a la JCE con una avalancha de electores.

En esta ruta crítica la JCE   debería tomar notas de algunos hechos importantes que está discurriendo en el proceso de las primerias, una de ella tiene que ver con la participación de los funcionarios del Estado, sobre todo los del área financiera, violando las disposiciones de Ley 183-02 Código Monetario y Financiero, la Ley No 494-06 del Ministerio de Hacienda y Ley No. 227-06 que norma la Dirección General de Impuestos Internos.

Las   violaciones de las disposiciones de los Artículos 80, numerales 13 y 14 de la Ley 41-08 sobre Función Pública; Artículos 196, párrafos 2do, 3ro y 197, párrafos 1ro y 2do de la Ley 15-19 sobre Régimen Electoral y Artículos 25 numerales 4, 5, 10, y su párrafo y 59 párrafos 1ro, 2do y 3ro la Ley 33-18 sobre Partidos Políticos; reflejando la suprema debilidad institucional del país.

Estas violaciones constituyen delitos electorales, sin embargo, la JCE sea limitado a realizar exhortos, petitorios y rogatorios; no ha formulado un llamado contundente(resolución) para que termine esa práctica, que es en esencia utilizar los recursos del Estado.

La JCE queda a deber a la opinión pública y a los partidos políticos, al no explicar las causas y las razones por las que no se cumplió con su compromiso y resolución administrativa, como lo prometiera al país en febrero del presente año de que el sistema automatizado de votación sería objeto de una formal auditoría internacional, a ser realizada por expertos en informática de reputación mundial contratados al efecto. Queda claro que, si la JCE se comprometió, a realizar esta auditoría internacional fue porque lo considero pertinente.

Con la nueva realidad deben surgir propuestas preventivas, democrática, transparente, racional y equitativa, y es que ante la utilización de un sistema no probado y no auditado; frente a esta nueva realidad, la JCE debe disponer la verificación de los votos emitidos en un rango del 100% de la votación para el nivel presidencial, un 20% para el nivel congresional y un 10% para el nivel municipal. En rango presidencial según estimaciones se contarían unos 150 votos por colegios, los cuales serían confirmada con el acta de cierre que emite el mismo equipo.

El conteo físico de los volantes impresos que los ciudadanos depositaron en las urnas, su verificación con el acta de cierre final.  Esta confirmación debe realizarse antes de la transmisión oficial de los recintos, todo estos a los fines que de sirva como una auditoría física, ante la ausencia de una auditoria internacional.

La JCE debe estar preparada, porque si tiene programada una muestra aleatoria del 20%, esto implica que todos los recintos deberán estar listo para la misma, por lo tanto, el pleno tiene suficiente tiempo para disponer por resolución en consulta con los partidos, el análisis de estos porcentajes de verificación de los recintos, ante de la transmisión electrónica de los resultados, la JCE dará un único boletín de resultados, eso es una novedad.

Un cambio en la realidad actual del nuevo proceso consiste, en que las elecciones primarias son esencialmente elecciones anticipadas al 2020.  Que ahora el árbitro no son los partidos, sino la JCE, que todo cuanto ocurra o deje de ocurrir es de su entera y única responsabilidad.

La prueba y capacidad de los equipos es importante, debido a que solo con resultados transparente podrán los partidos políticos aprobar su utilización en las elecciones futuras. Pero ahora, más que todo su responsabilidad consiste en salvaguardar el sistema democrático.

 


Botón volver arriba