SANTO DOMINGO.- Sanidad ha corroborado un dato muy preocupante que los especialistas vienen detectando desde hace tiempo: la cifra de afectados por enfermedades de transmisión sexual crece año a año y lo hace en porcentajes muy altos. Según los datos presentados por la ministra, María Luisa Carcedo, de 2013 a 2017 el aumento medio anual fue del 26,3%. Alarma la reducción en el uso del preservativo entre los jóvenes, que ha pasado del 84 al 75% de 2002 a 2018.
El informe del ministerio pone el acento en las infecciones que en el decreto de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica quedaban establecidas como enfermedades sometidas a vigilancia epidemiológica a nivel estatal. Sin olvidar que existen otras, como el VIH, el virus del papiloma humano o el herpes, se pone el acento en la gonorrea, la sífilis, la clamidia y el linfogranuloma venéreo, que sumaron cerca de 24.000 casos notificados en 2017. Ese año se registraron 8.722 casos de gonorrea, 78,1 por cada 100.000 habitantes, en la población de 20 a 24 años. De sífilis hubo 4.941 —10,61— en el tramo de edad que va de los 25 a los 34 años; de clamidiasis, 9.865 —136,77—, y de linfogranuloma venéreo, 414 —1,73—.
“El incremento en la incidencia de infecciones de transmisión sexual lleva al menos diez años. El ministerio constata los datos hasta 2017 pero como director de una clínica de referencia en la materia, el centro Sandoval, puedo corroborar que en 2018 continuó esa tendencia”, lamenta el doctor Jorge del Romero. Los jóvenes son los más afectados pero el también portavoz del grupo de ITS de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC) apunta que en el caso por ejemplo del linfogranuloma venéreo hay contagios alcanzados los 40.
Del Romero ahonda en varios factores como causas de este “incesante incremento” y “la estrecha relación entre las drogas y las relaciones sexuales desprotegidas” es uno de ellos. “Bajo el efecto de esas sustancias, incluido el alcohol, se pierde la percepción del riesgo”, alerta.
A ello se une el mayor número de contactos que las redes permiten o la pérdida del miedo al VIH. “Internet facilita enormemente tener parejas sexuales. Por su puesto, el factor fundamental no es tener muchas o pocas, sino el uso o no del preservativo”, comenta el doctor sobre lo primero. “Con el tratamiento antirretroviral, los enfermos puedan hacer una vida normal y cortar la cadena de transmisión. Eso, que es un excelente hallazgo clínico, ha hecho que de alguna manera se baje la guardia frente al virus”, agrega respecto a lo segundo.
La falta de información también influye y para intentar corregirla, Sanidad ha puesto en marcha la campaña #SiemprePreservativo, enfocada a los jóvenes, “como primera medida de choque”. Con ella se persiguen dos metas: “Reducir el impacto de la epidemia de infecciones de transmisión sexual y concienciar a la población sobre su responsabilidad en la mejora de su salud y de las personas con las que se relacionan”.
“El uso del preservativo es un asunto fundamental de salud pública. Por ello, desde el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social recomendamos vivamente que toda la población, pero muy especialmente jóvenes, lo lleven siempre encima y lo usen en sus relaciones sexuales”, ha asegurado Carcedo. “De ahí el lema de la campaña: Prevenir las ITS está en tus manos. No te compliques”, ha agregado.
El miembro de la SEIMC afirma que “cualquier campaña preventiva será bienvenida” pero se queja de que “en los últimos años no haya habido prácticamente ninguna iniciativa relacionada con la prevención”. El especialista pide que, junto a las medidas informativas dirigidas a la población general, se lancen otras con los colectivos más afectados como público objetivo, y prioriza la necesidad de unir educación sexual y educación sobre drogas.
En todo ese proceso, padres y profesores deben jugar un papel fundamental. Ellos tiene que ser igualmente educados en ese tipo de cuestiones para que puedan transmitir a los chavales un mensaje “de forma reiterada y adaptado a cada rango de edad”.
