La justicia boliviana anuló este lunes la orden de detención contra el ex presidente Evo Morales, acusado por el actual gobierno interino de los delitos de terrorismo y sedición.
La decisión tiene lugar una semana después de que su delfín, Luis Arce, se impusiera por amplia diferencia en las elecciones presidenciales del país andino.
El tribunal explicó que levantó la orden de arresto porque “se vulneraron sus derechos, básicamente el derecho a la defensa debido a que no lo se citó debidamente”. Morales debía comparecer ante la justicia el martes 27 de octubre, pero su defensa alegó que no fueron notificados formalmente.
La causa se sustenta en una serie de audios en los que una voz, atribuida al ex mandatario, instruye a un dirigente cocalero a bloquear caminos e interrumpir el suministro de alimentos a distintas ciudades en el marco de los disturbios sociales catalizados por las elecciones fraudulentas en el país.
No obstante, para el momento en que se libró la orden -en diciembre de 2019- Morales ya se encontraba instalado en Argentina, cuyas autoridades indicaron que tenía “estatus de refugiado” y que no aceptarían extraditarlo.
En concreto, le ordena que hagan “cercos de verdad” de modo que “no entre comida a las ciudades”. Además, le explica que, para que la gente no se “canse” los organice en grupos que se vayan rotando “cada 24 horas”. “Hay bloqueo hasta ganar, hermano”, le indica.
Morales manifestó su voluntad de volver a Bolivia luego de la victoria de Arce. En diálogo con la agencia AFP, no descartó participar de la toma de posesión, cuya fecha todavía no ha sido fijada.
“La Confederación Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia está reunida, consultando cuándo vuelvo. Me piden que yo vuelva el día 11 de noviembre, porque yo salí un 11 de noviembre. Es muy simbólico. Pero repito, no está definido, ellos decidirán”, agregó.
“(Estaré) en la zona del Trópico de Cochabamba, junto a los movimientos sociales y al MAS (Movimiento al Socialismo). Vamos a cuidar, a defender nuestro proceso, vamos a acompañar a Lucho (Luis Arce), por supuesto, somos militantes. Vamos a cuidar nuestros principios ideológicos, también los programas sociales para bien de todo el pueblo boliviano”, aseveró.
Ante la pregunta sobre si asumiría alguna función en el gobierno de Arce, respondió enfático: “No, para nada”.
“Seguiré de dirigente sindical hasta cuando me lo permitan. En lo personal, (voy a) dedicarme a la agricultura. Estoy haciendo talleres por teléfono para tener piscinas de crianza de pescado. Está muy de moda el tambaquí. Los compañeros que tienen criadero de pescado tambaquí están ganando muy bien”, apuntó.
Fuente: INFOBAE