SANTO DOMINGO.- La deshidratación es una de las complicaciones más graves que presenta la enfermedad del dengue, especialmente en los niños. Por lo que siempre es necesario estar atentos ante cualquier signo o síntoma de esta enfermedad, ya que las secuelas de este padecimiento suelen ser peores en los pequeños.
La agresividad del virus del dengue hace a los niños más sensibles a las complicaciones de la enfermedad.
Este padecimiento causa doble deshidratación: por fiebre y porque provoca la salida de líquidos del torrente sanguíneo a las cavidades.
Según los médicos, la deshidratación a causa del dengue puede hasta conducir a una baja de presión y un shock.
En los niños es muy importante no dejar que la fiebre pase como un síntoma cotidiano, ya que puede ser la primera alerta de un dengue clásico o hemorrágico.
Más allá de intervenir durante la enfermedad, lo ideal es evitar que el niño adquiera el dengue. Siguiendo diferentes medidas como: colocar repelente con frecuencia, utilizar ropa que proteja contra el mosquito como pantalones largos o camisas, uso de mosquiteros y evitar estar cerca de agua estancada.
No deje que los niños permanezcan mucho tiempo al aire libre sin protección o repelente, ya que se exponen aún más a la picadura de un mosquito.