Salud

La adopción: Cómo y cuándo hablar con los niños


Santo Domingo.- Algunas familias se han encontrado frente a la difícil situación de no saber si algún día deben decirle a su hijo que es adoptivo, y no solo eso, sino que también se preguntan cuándo y cómo hacerlo. Otras familias prefieren ocultarlo para siempre, sin embargo, éstas últimas corren el riesgo de que el niño, adolescente o adulto se entere de la forma equivocada, lo que agravará la realidad.

Sobre esto, Arisleydi Sánchez Guzmán de Centro Vida y Familia, psicóloga clínica infanto-juvenil explica que lo más recomendable es que desde que llegue al hogar el infante, su familia adoptiva trate el tema y todo se normalice lo más pronto posible.

Para Sánchez Guzmán, “lo ideal en estos casos es que al niño/a en todo momento se le hable de la situación de cómo llegó a la casa”.

Lo correcto es que nunca se le oculte este tipo de información, ni se le hable mentiras sobre su situación biológica, sostiene la psicóloga. Además, recomienda que cuando llegan muy pequeños los padres adoptivos deben ayudarse de recursos, como cuentos, narraciones, cortos, películas que traten el tema, para que puedan hablar y personalizar el estado de adopción.

Es relevante resaltarle siempre el amor y los sentimientos de alegría y felicidad con que lo recibieron. Hablarle de que fue muy deseado y que ha sido una gran decisión traerlo a casa porque completa y aporta grandes alegrías a la familia, indica la experta.

Las familias deben cuidarse de hacer algunos comentarios en el que aleguen que lo adoptaron porque no pudieron tener hijos/as, o porque perdieron un embarazo, asimismo, bajo ningún concepto mencionar que el padre o madre biológica no lo quiere o no lo estima, advierte la especialista.

Después que un niño se entera que es adoptado o lo sabe desde el principio, puede llegar a experimentar situaciones complicadas que en la mayoría de los casos los padres adoptivos no saben de qué manera afrontarlo, siendo lo más aconsejable recurrir a la ayuda profesional, sugiere Sánchez Guzmán. Ya que, hay niños que este tipo de realidad les puede crear un desequilibrio emocional, no obstante, con ayuda todo irá mejorando.

Por ejemplo, algunos especialista exponen que dependiendo la edad del niño pueden surgir episodios en los que, por ejemplo, muestre repudio, terrores, depresión, falta de apetito, entre otras conductas, todo depende cómo se le dé la información o cómo este lo asuma desde el momento que se entere.

De igual manera, puede llegar a sentir inseguridad, temor a otras personas y rechazo de algún miembro de la familia. Además, puede que evite hablar de su procedencia. Si es de otro país es probable que rechace objetos u personas que le recuerden su origen.

Cuando sea adulto considerará o tendrá la necesidad de buscar y conocer su familia biológica. En este caso debe permitirle expresar sus sentimientos y asegurarle que se le ayudará a buscarlos si mantiene su decisión. No se le debe empujar a buscarlos, pero tampoco se le debe impedir hacerlo. De forma paulatina, suelen ir entendiendo por sí mismos la dificultad de hacerlo, los problemas legales que ello implica, entre otros factores.

En otros casos, tendrá una conducta para llamar la atención de sus padres adoptivos. Tendrán dificultades para integrarse a entornos institucionalizados (escuela, etc.) y pesadillas. A nivel conductual es muy frecuente la hiperactividad, impulsividad y déficit atencional. Puede asumir conductas agresivas dirigidas contra otros o hacia él mismo (rabietas, gritos, mordiscos, etc.)

Otra posibilidad es que tenga baja tolerancia a la frustración y poca autoestima, olvidos frecuentes, dudas ante ciertas situaciones. No sabe exactamente qué se espera de ellos en determinadas situaciones sociales, porque reaccionan de forma distinta al enterarse de que son adoptados. Sus emociones y reacciones dependen de su edad y de su nivel de madurez.

Terapia

Sánchez Guzmán comenta que la terapia es una opción en estos casos para las familias que quieran apoyo y guía en este proceso. También un sostén para después de dar la noticia si esta no ha sido recibida de forma positiva o no saben dar respuestas a lo que acontece después del evento o si el hijo/a comienza a dar signos de tristeza o falta de sentido de pertenencia.

 

“Saber nuestra procedencia nos ayuda a dar sentido a quienes somos, de dónde venimos, a quien nos parecemos. Esto a la vez nos ayuda a diferenciarnos y conocernos, y crear un sentido de pertenencia a través de nuestra familia”.

Desafortunadamente, según la psicóloga infanto-juvenul algunas personas pueden vivir esta experiencia como un abandono de su familia biológica y esto darle un sentimiento de inseguridad, falta de amor y protección. Esto pudiera afectar su valoración propia.

Ya que, inciden factores como: las razones de la adopción, la situación real de sus padres biológicos, la familia que adopta, la posición que ocupa y, sobre todo, que cada persona en este tipo de experiencia lo puede integrar de formas muy diversas, principalmente, por los recursos propios que disponga.

Debemos entender, dice Sánchez Guzmán, que si hay un malestar, no es algo personal con quienes sí lo han recibido en su hogar y sus corazones; asimismo, que las preguntas o sentimientos generados son con los padres biológicos o por la sensación que siente por la situación.

La mejor ayuda que se le puede proporcionar es darle respuestas claras y sinceras acerca de su situación familiar y comprender lo que esto pueda desprender. Darle tiempo para asimilar todo y ser pacientes con algunas de las reacciones. La familia adoptiva debe en todo momento apoyar y sostener y hacerle ver en este momento lo importante, aceptado y querido que es en esa familia.

Cuando se maneje bien la problemática de la adopción en casa, podría haber amistades que le cuestionen esa decisión. En especial cuando el infante es de una raza o país diferente. Algunos amigos o parientes podrían no aprobar o incluso podrían resistir aceptar al niño en la familia. Explíquele a sus parientes que su niño(a) es parte de la familia al igual que cualquier otro miembro de la misma.

Decisión

Existen casos en los que las familias toman la decisión de quedarse calladas, por creer que el decirle la verdad al niño romperá los lazos de cariño para siempre, lo que resulta ser un grave error.

 

Demostración

Después de que el niño o niña se entera de su adopción, la familia debe brindarle el apoyo necesario, ya que esta situación lo puede llevar a experimentar un desequilibrio emocional.

 

 


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