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Katy Perry ganó una exorbitante suma de dinero con un tema plagiado


SANTO DOMINGO.- Katy Perry ganó unos 41 millones de dólares por el éxito “Dark Horse” de 2013, dijeron el martes los abogados de los creadores de una canción cristiana que acusaron a la superestrella pop de violar sus derechos de autor.

La fase para definir una indemnización en el juicio comenzó el martes y la cifra citada podría ser un punto clave para determinar cuánto tendrán que pagar Perry y sus colaboradores a los creadores de “Joyful Noise” de 2009. La mayor parte de la disputa se centrará en los 31 millones de dólares que recibió Capitol Records por la canción. El sello afirma que, tras restar costos, su ganancia fue de tan sólo 630.000 dólares.

Los abogados de Perry dijeron que las ganancias de “Dark Horse” sumaron 3,2 millones de dólares, menos 800.000 en costos.

“No quiero arruinarle la sorpresa a nadie, pero algunos de los costos, prepárense para desviar la mirada”, dijo el abogado Michael Kahn, quien representa al artista de “Joyful Noise” Marcus Gray.

El abogado de Capitol Records Aaron Wais dijo durante las declaraciones iniciales que ese dicho popular que dice “para ganar dinero hay que gastar dinero” es real con canciones como “Dark Horse”.

“¿Qué hace que una canción de Katy Perry sea redituable? Katy Perry”, dijo Wais.

Los testimonios sobre los costos de Capitol Records para crear y promover “Dark Horse” comenzarán el miércoles.

El lunes, un jurado llegó a un veredicto unánime que concluyó que el éxito pop copió elementos de “Joyful Noise”, una canción que Gray publicó bajo el nombre artístico de Flame.

“Dark Horse”, un híbrido de pop, trap y hip hop, fue el tercer sencillo del álbum de Perry “Prism” de 2013 y pasó cuatro semanas en la cima de la lista Hot 100 de Billboard a principios de 2014. Le valió a Perry una nominación al Grammy y fue parte de su espectáculo de medio tiempo del Super Bowl en 2015.

Aunque las demandas por violaciones de derechos de autor son comunes en la música, pocas veces resultan en pérdidas para artistas famosos.

En 2015 un jurado emitió un veredicto millonario contra Robin Thicke y Pharrell por su éxito de 2013 “Blurred Lines”. El caso, que continua en apelación, resultó a favor de los hijos de Marvin Gaye, quienes demandaron alegando que “Blurred Lines” copiaba la canción de su padre “Got to Give It Up”.

En 2016 un juicio por “Stairway to Heaven” terminó cuando un jurado concluyó que su característica melodía de guitarra no es significativamente parecida a “Taurus”, compuesta por el fallecido Randy Wolfe e interpretada por su banda Spirit. Ese caso también está en apelación.

El jurado en el caso de “Dark Horse” concluyó que los seis compositores y las cuatro empresas que lanzaron y distribuyeron las canciones eran responsables, incluidas Perry y Sarah Hudson, quien escribió la letra, y Juicy J, quien sólo escribió la parte de rap de la canción. Perry no estuvo presente cuando el veredicto fue leído.

Otros de los acusados declarados responsables fueron Capitol Records y los productores Dr. Luke, Max Martin y Cirkut, quien dio el beat para la canción.

Los abogados de Gray argumentaron que la base rítmica e instrumental que se escucha casi hasta la mitad de “Dark Horse” es sustancialmente similar a la de “Joyful Noise”. Gray escribió la canción con los codemandantes Emanuel Lambert y Chike Ojukwu.

Los abogados de Perry afirmaron que esa parte de la canción representa el tipo de elementos musicales simples que, si son protegidos por derechos de autor, afectarían a la música y a los compositores.

“Están tratando de poseer bloques básicos para construir música, el alfabeto de la música que debería estar disponible para todos”, dijo la abogada de Perry Christine Lepera durante los argumentos finales del jueves.

Un experto musical presentado por los acusados declaró que los patrones musicales en disputa eran tan simples como los de la canción de cuna “Mary Had a Little Lamb”.

Pero el jurado de seis mujeres y tres hombres estuvo en desacuerdo y concluyó que el ritmo y la melodía en el centro de “Joyful Noise” eran lo suficientemente originales como para estar protegidos por derechos de autor.

Perry y los coautores de la canción testificaron durante el juicio de siete días que ninguno de ellos escuchó la canción de Gray antes de la demanda y que tampoco escucharon música cristiana.

Los abogados de Gray tuvieron que demostrar únicamente que “Joyful Noise” tuvo una gran difusión y pudo haber sido escuchada por Perry y sus coautores. Como evidencia, mostraron que tiene millones de reproducciones en YouTube y Spotify, y que el álbum en el que está estuvo nominado al Grammy.

“Están tratando de empujar al señor Gray a una especie de callejón de música góspel que nadie visita”, dijo el abogado de los demandantes Michael A. Kahn durante los argumentos finales, y también señaló que Perry comenzó su carrera como una artista cristiana.

El jurado estuvo de acuerdo y concluyó que la canción tuvo suficiente difusión como para que los autores de “Dark Horse” pudieran haberla oído.


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