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Estudio revela que la población mundial empezará a caer a partir del 2050 y las superpotencias cambiarán


La población mundial va a empezar a reducirse en la segunda mitad del siglo XXI hasta llegar a los 8.800 millones en 2100, unos 2.000 millones menos que las proyecciones de la ONU, según un estudio publicado el miércoles por la revista The Lancet.

Los investigadores del Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) predicen un pico de población a partir de 2064, con 9.700 millones de personas, antes de empezar a disminuir hasta 2100.

Es «una buena noticia para el medioambiente (menos presión sobre los sistemas de producción alimentaria y menos emisiones de CO2)», dice a la AFP Christopher Murray, director del respetado Institute for Health Metrics and Evaluation (IHME) de Seattle, que ha realizado este estudio.

Esto estará acompañado por una inversión de la pirámide de edad que tendrá «consecuencias profundas» en la economía y la organización de familias, comunidades y sociedades», agrega.

No obstante, estas proyecciones no son infalibles y los cambios políticos podrían modificar las trayectorias de los países.

Según el último informe de Naciones Unidas sobre la población mundial, la Tierra contará con 9.700 millones de habitantes para 2050 y 10.900 millones en 2100, frente a los 7.700 actuales.

Pero el nuevo estudio pone en entredicho este crecimiento continuado a lo largo del siglo XXI.

Los investigadores del IHME, organismo financiado por la fundación Bill y Melinda Gates, un referente por sus estudios mundiales de salud pública, predicen un pico desde 2064, a 9.700 millones de personas, antes de empezar a disminuir a 8.800 millones en 2100.

– Caída en Europa –
La disminución dependerá en gran parte del desarrollo de la educación de las niñas y del acceso al control de la natalidad que va a hacer caer el índice de fecundidad a 1,66 niños por mujer en 2100 frente a los 2,37 de hoy, según el estudio. Una caída de la fecundidad mucho más rápida de lo que prevé la ONU.

En 183 países de los 195 estudiados, este índice caerá para 2100 por debajo de 2,1 hijos por mujer permitiendo mantener la población sin aporte migratorio.

Pero la evolución demográfica, que integra también la mortalidad y las migraciones, variará dependiendo de la región y del país, según los investigadores que anticipan una posible redistribución de los mapas económicos y geopolíticos, aunque la potencia de un Estado no se reduce solo al tamaño de su población.

Así, China podría perder cerca de la mitad de sus habitantes (1.400 millones actualmente a 730 millones en 2100), con un declive del número de personas en edad de trabajar que va a «impedir» su crecimiento económico.

Estados Unidos, llamado a perder próximamente su plaza de primera potencia económica mundial, podría superar a China para finales de siglo si la inmigración sigue paliando la caída de la fecundidad, según el estudio.

Asia y Europa van a perder población. Estas dos regiones albergan a los 23 países que van a ver reducir su población al menos en la mitad: Japón (de 128 a 60 millones), Tailandia (71 a 35), España (46 a 23), Italia (61 a 31), Portugal (11 a 4,5), Corea del Sur (53 a 27). Sin embargo, otros países como Francia van a escapar a esta tendencia (65 a 67 millones).

– Derechos de la mujer –
En cambio, el África subsahariana podría triplicar su población pasando de 1.000 a 3.000 millones, en particular en Nigeria (206 a 790 millones de habitantes), convirtiéndose en 2100 en el segundo país más poblado del mundo por detrás de India y por delante de China.

“Esto será realmente un nuevo mundo, un mundo al que deberíamos prepararnos desde ahora”, comentó el redactor jefe de Lancet Richard Horton.

En este mundo donde la población en edad de trabajar habrá disminuido y donde los mayores de 80 años serán seis veces más numerosos que ahora (141 a 866 millones), habrá que “reevaluar la estructura actual de los sistemas de ayudas sociales y de los servicios de salud”, dice Christopher Murray.

“La respuesta a este declive de la población puede convertirse en una de las mayores preocupaciones políticas en numerosos países”, dice en el comunicado su colega Stein Emil Vollset. “Pero esto no debe comprometer los esfuerzos para mejorar la salud reproductiva de las mujeres o los avances de los derechos de la mujer”, insiste.

Para modificar la trayectoria demográfica, sugieren “políticas sociales” para ayudar a las mujeres a trabajar al mismo tiempo que puedan tener todos los hijos que deseen.

Aunque también “políticas de inmigración liberales”. “Consideramos que más tarde en el siglo, los países que necesiten trabajadores migrantes tendrán que rivalizar para atraerlos”, y estos sin duda procederán de África y del mundo árabe, vaticina Christophe Murray.

Fuente: AFP


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