Por: Olga Capellán
En el transcurrir del proceso de campaña de las elecciones recién pasadas, fueron muchos los detonantes que dieron pies para que el pueblo dominicano optara por un cambio político y económico en el tren gubernamental, donde además la dirigencia del Partido Revolucionario Moderno (PRM) y su militancia se la jugaron el todo por el todo, y hasta algunos colaboradores ocultos jugaron un papel estelar.
Todos los participantes en el proceso de cambio lo hicieron en un escenario ideal, con la esperanza que rápidamente el país (la República Dominicana) fuese encaminado por un sendero seguro, y con tendencia a mejorar la situación de los pobres, el PRM mismo llevaba 16 años de oposición, anteriormente desde su militancia en el Partido Revolucionario Dominicano (PRD).
Hoy a tan solo dos semanas de ejercicio gubernamental los perremeístas, aquellos que trabajaron arduamente por el cambio se sienten relegados a un segundo plano, debido a que a esta fecha no han comenzado a ver, ni a ser resarcidos por el trabajo realizado, con la excepción de un reducido grupo perteneciente al H20, pero en gran minoría.
El gobierno de Luís Abinader, no ha comenzado a efectuar el cambio político y económico que espera su país, es por ello que muchos de sus propias gente de manera pública, y sobre todos en los corrillos privados llevan a cabo las más desproporcionadas críticas por entender que a su militancia no se le está tomando en cuenta, mientras son nombrados en los cargos de mayor relevancia a personas de la Sociedad Civil, militantes de otras organizaciones políticas, amigos del presidentes y a clanes familiares.
Otra detonante que tiene a la militancia perremeístas, sobre todo en el exterior, y muy en especial en la Circunscripción No.3 de Europa, es la demora para efectuar los cambios en el servicio consular/diplomático, ya que hasta este momento no se ha tomado en cuenta a ningunos de sus dirigentes, en cambio, a los detractores del PRM, y sobre todo del propio presidente de la república, Lic. Luís Abinader, estos siguen disfrutando de salarios lujosos en los cargos que ostentan, entre ellos: embajadores, cónsules, ministros consejeros y otros personal del servicio dominicanos en el exterior; muchos de los cuales calificaron al entonces candidato presidencial y al propio presidente del PRM de las más burdas calificaciones, hoy siguen siendo premiados.
En esta misma tesitura estuvieron algunas personas que fueron inclusive candidatos a diputados por la alianza PLD/PRD en la elecciones pasadas, además de otros funcionarios consulares, pero hoy gestionan cabildeos con la finalidad de permanecer en los cargos que ostentan, personas que persiguieron no solo a la dirigencia del PRM y a sus aliados, sino también inclusive a muchos compañeros de sus propias organizaciones políticas cuando estos manifestaban no estar de acuerdo con la campaña sucia que estos llevaron a cabo en contra del hoy partido de gobierno y en contra de sus candidatos.
Por último, el presidente Abinader, aunque sus decisiones deben ser respetadas, debe actuar rápidamente, ante que se le formulen tumultos antes las diversas cedes representantes de su gobierno, y así no decepcionar a la militancia de su partido, que de manera directa o indirecta, fueron quienes hicieron el trabajo duro por el cambio político y económico en la República Dominicana.
