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«El fin justifica los medios»


Por: Lisselot Zapata

Dice una frase que cuando el fin es licito, también lo son los medios, pero en ocasiones no todos los recursos son correctos.

A propósito del tema de los 19 estudiantes universitarios supuestamente estafados por Yimi Zapata, presidente de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED), junto a otros integrantes de la Fundación Lideres del Futuro, si el deseo de dichos estudiantes era de viajar hacia los Estados Unidos, cualquier medio utilizado para lograr su cometido habría sido válido. Sin embargo, cuando nuestras aspiraciones arrojan resultados distintos, se busca la manera de cargar a otros con la culpa.

Por décadas hemos visto como la provincia Peravia ha crecido y  evolucionado económicamente, mejorando las condiciones de vida de innumerables familias.

Siendo dicha evolución en la mayoría de los casos, producto del incremento masivo de las migraciones hacia los Estados Unidos y otros países, algunos de manera legal, mientras, que otros lo han logrado de manera irregular o como en buen dominicano decimos “por la izquierda”. Pero recordemos que al fin y al cabo, el fin justifica los medios.

Muchas de estas personas llegan a suelos extranjeros para mejorar su condición vida y la de los suyos, esto sin importar a que actividad económica se tengan que dedicar. Pero tampoco es un secreto, que prestigiosas familias banilejas hoy gozan de un buen estatus económico, gracias a la inmensa cantidad de drogas vendida y otras prácticas ilícitas que sus parientes han venido ejecutando en el transcurso de los años. Pero recordemos que el fin justifica los medios.

Son estas las mismas personas quienes luego de matar, prostituirse en todas sus denominaciones y de realizar los denominados tumbes, quieren venir a aparentar ser señores e incluso señoras.

Y es aquí justamente donde surgen mis interrogantes acerca de la doble moral en la que estamos viviendo, donde existen personas que se ensañan en simular lo que no son, cuando de lo único que pueden presumir es de ser una bola de farsantes, mentirosos y llenos de porquerías.

Es muy bueno hacer leña del árbol caído o mirar la paja en el ojo ajeno, mientras, que no nos damos cuenta de la estaca que llevamos en el nuestro.

Que quede claro que no estamos ni defendiendo ni condenando las acciones tanto de los estudiantes como de las personas detenidas, sino, que en la forma en que ha sido manejado el caso hace que algunos nos hagamos varias preguntas.

Es propicio refrescar el subconsciente cuando los recuerdos son vanos en nuestra memoria. Estos jóvenes fueron estafados con 831 dólares, hasta ahí estamos bien, pero ¿y no fue de ese mismo dinero que se pagaron US$160.00 por concepto del pin consular, US$60.00 para llenar el formulario, US$85 para propaganda y publicidad, entiéndase, (gorras y t-shirts alegóricos a la fundación), US$95.00 para donaciones y servicio social? El resto del dinero sería utilizado para hospedaje e inscripción en el evento, el cual fue el meollo del asunto, donde el único supuesto responsable de registrar a los estudiantes en el evento y realizar las reservas en el hotel era el presidente de la fundación Jorge Luís Taveras. Cabe resaltar, que el visado y el viaje a los Estados Unidos fue legal.

Además, según tengo entendido, esos jóvenes junto a sus padres asistieron a varias reuniones, y si, ahí mismo en el aula 101 de la UASD, donde justamente citan los abogados demandantes, donde se les explicaba en que sería y fue gastado el dinero desembolsado para el viaje de sus hijos, que dicho sea de paso, ¿quién nos asegura que más que ir a participar en un Modelo de Las Naciones Unidas, dicho viaje era con la intención de quedarse en suelo americano?
Entonces, 19 estudiantes junto a sus familiares son cómplices de esta banda de estafadores, que encabeza supuestamente a YImi Zapata. Porque todos y cada uno de ellos estaba consciente del proceso que se estaba llevando.

Incluso, podríamos apostar, que si  hubieran entrado a los Estados Unidos sin ningún problema, aunque no existiera ningún evento, igual habrían regresado o quizás haberse quedado en territorio americano y nada estaría pasando, pero, lamentablemente alguien se quiso pasar de listo y ahí están las consecuencias. Lo malo es que por uno pagan todos.

Y es aquí es donde me pregunto, ¿Qué  exactamente persiguen estos jóvenes presuntamente estafados? ¿Tener pruebas para obtener un perdón después de cinco años? O ¿Acabar con la carrera política y el liderazgo juvenil de estos jóvenes? No sé, necesito que alguien me explique.

Pero vayamos un poco más lejos y sin intención de defender a los acusados quienes son inocentes hasta que no vayan a un juicio de fondo y se demuestre lo contrario. Muchas personas a través de las redes y otros medios sociales, han insinuado que se trata de un circo o una persecución montada por funcionarios locales, a los que les molesta ver el crecimiento político que han experimentado jóvenes como es el caso de Yimi Zapata y Luís Báez.

Según expertos en materia de derecho, el proceso contra los imputados se ha visto afectado por irregularidades, mientras que por otro lado, está la cuestionable participación de personas ligadas al partido de gobierno, como es el caso de los abogados que representan a los estudiantes afectados. Estas y otras cosas nos empujan a pensar en que algunas personas podrían tener razón.


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