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Culpan a George Soros de estar detrás de la invasión de haitianos en República Dominicana


¿Qué está pasando en Haití? ¿Por qué los haitianos escapan de su país? Un país situado en el Caribe, con un clima benévolo, como otros de la zona; rodeado de recursos naturales -como otros de la zona-, que podría tener industria turística, pesquera, agrícola ¡e incluso minera! (quédense con este dato), como otros de la zona. Un país que ha tenido incalculables recursos naturales y humanos, es hoy el cuarto país más pobre del mundo y el tercero más hambriento, donde la única salida de sus habitantes es la inmigración. Les invito a hacer una prueba, entren en Google Maps, en modo satélite, y recorran la frontera con la República Dominicana. Observaran un curioso contraste entre un color verde oscuro en la República Dominicana con un verde claro difuso en la parte que corresponde a Haití. Ahora, alejen el zoom y verán como esa diferencia se mantiene constante entre ambos países; y es que en Haití han acabado incluso con los árboles.

Haití no está en guerra, Haití tiene Presidente y Congreso electos, y Haití ha estado -desde el derrocamiento del presidente Bertrand Arístides en 2004- durante 13 años,  bajo el alero del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con la Misión para la Estabilización en Haití (MINUSTAH) y el mandato de “establecer un entorno seguro y estable en el que se pueda desarrollar un proceso político, fortalecer las instituciones del Gobierno de Haití, apoyar la constitución de un estado de derecho, y promover y proteger los derechos humanos”.

Muy lejos de haber tenido éxito, el mandato de Naciones Unidas, la situación económica, política y social de Haití es caótica (y así lo describe el video de extraordinario interés  de un periodista dominicano que acompaña este reportaje de investigación periodística, pura y dura, de La Tribuna de España): hambre; violencia de género, agresiones y violaciones  generalizadas al no estar penadas por la ley: ojo al dato, ¡cerca de un 60% de incestos protagonizados por padres y abuelos!; es decir, de cada 10 varones haitianos, 6 violan de manera habitual a sus propias hijas o nietas. Un país que supera todos los cánones conocidos de explotación sexual y laboral infantil; elevada mortalidad por enfermedades como el Cólera o el SIDA; más de un 50% de desempleo; hacinamiento de la población en las ciudades con continuos disturbios callejeros; un gobierno débil y corrupto; la estructura de Estado casi inexistente, en donde no se puede garantizar la justicia ni la seguridad, con una policía escasa incapaz de controlar la situación.

Si después de 13 años de tutela ONU y ayudas internacionales nada cambió en Haití, ¿por qué se retiró la misión en octubre de 2017?

Cierto es que la desgracia se cebó con este país caribeño en 2010, con un terremoto 7.0 Mw a tan solo 15 km de la capital, Puerto Príncipe y que causó ¡cerca de 200.000 víctimas mortales!, a lo que hay que sumar una serie de devastadores huracanes como el Matthew en septiembre de 2016. Pero las ayudas a la zona no han cesado de llegar de todas partes del mundo: Chile, Brasil, Argentina y México, Francia, España, Italia, Alemania y otros países de la Comunidad Europea, Rusia, EEUU y hasta de Cuba. También han recibido una extraordinaria cantidad de fondos económicos (sin necesidad de retorno) para ayudas a la vivienda, la educación y la capacitación laboral desde la Unión Europea y desde las misma Naciones Unidas.

¿Quién se ha quedado con todo el dinero internacional destinado a Haití?

Esta es la pregunta que siempre te hacen amigos y conocidos cuando -como periodista internacional que conoce bien la realidad de la zona- hablamos de Haití, “un país al que parece que Dios le ha dado la espalda” ¿Quién se queda con ese dinero?

Porque lejos de estabilizar el país, lejos de construir una nación mínimamente habitable, Haití cada vez está peor, más abandonada a su suerte –o mejor sería decir a su desgracia, a su tremenda e indescriptible desgracia-: el tercer país más hambriento del mundo y del que los haitianos escapan de la tierra que les vio nacer y buscan fortuna, como “ilegales” en otros países como Canadá, Costa Rica, Belice, Salvador, Puerto Rico, Honduras, Méjico, Colombia, Brasil, e incluso en el lejano Chile y, sobre todo, en la vecina República Dominicana, una República  Dominicana que -siendo la otra mitad de la isla- goza de un nivel de vida absolutamente incomparable con sus vecinos de la parte izquierda de la isla. Ni a nivel económico, ni a nivel de infraestructuras, ni a nivel de calidad de vida de los habitantes, ni en salud democrática, ni en seguridad, ni en modelo de convivencia ciudadana, comparar a República Dominica con Haití (que aparecen juntas en el mapa de la Isla) es como comparar a Dios con un muyahidín.

No se puede criticar a los que escapan de la miseria, cualquiera de nosotros haríamos lo mismo en su situación; pero otra cosa –imprescindible por demás- es desenmascarar a quienes son capaces de cambiar gobiernos en el mundo y no han sido capaces de hacer habitable (y hasta turísticamente atractivo y rentable) ¡un país en pleno Caribe!; a quienes corruptamente desvían gran parte de las ayudas que debieran llegar a los haitianos; a quienes aprovechándose de esa miseria hacen negocio de ella y a quienes dirigen en la sombra todo este caos.

Las mafias de la inmigración haitiana y las largas manos de George Soros

Alrededor de esta tragedia existen mafias que prometen paraísos y que tras cobrarles grandes sumas de dinero les abandonan en territorios sin futuro, en donde se amontonan en campamentos -como la triple frontera Perú, Bolivia Brasil- o trabajan en condiciones de esclavitud en trabajos que no quieren los nacionales y obviamente en peores condiciones económicas, como los trabajos en el Mato Groso Brasileño de la caña de azúcar para la producción de etanol, o sea, agrocombustible.

La expansión de la producción de agroenergía, es de gran interés para empresas de organismos genéticamente modificados o transgénicos, como Monsanto, Syngenta, Dupont, Bass y Bayer.

¡Oh casualidad!, empresas donde George Soros, Bill Gates y otros multimillonarios, siempre detrás del mecenazgo de ONGs y todo tipo de iniciativas sumamente humanitarias, tienen la mayor parte de las acciones.

No lo olviden: la expansión de la agroingeniería es la causa e incluso ¡últimas informaciones que nos han llegado de fuentes muy bien informadas -y que pronto les ofreceremos en la sección internacional de La Tribuna de España- hablan de la utilización ya, a nivel experimental, del etanol en diversas fábricas de armamento propiedad de George Soros (a través de empresas pantallas y testaferros) para la producción de nuevas armas de destrucción al servicio no sólo del Ejército norteamericano sino de cualquier ejército de países dictatoriales o de organizaciones terroristas islámicas capaces de pagarlo! Por este–y por ningún otro motivo- Brasil es uno de los mayores receptores de inmigrantes haitianos (según la propia Organización Internacional para las Migraciones) hasta finales del año 2016 fueron emitidas 67 mil autorizaciones de residencia permanentes y temporales para haitianos en Brasil. Pero en general se estima que cerca de cien mil haitianos ya habían ingresado en el país carioca entre los años 2014 y 2015.

No pierdan de vista, siempre, las manos de George Soros ¡probablemente el mayor genocida con vida en la actualidad! a quien, tres días después de tomar posesión como presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez recibía en visita (que intentaron fuera secreta) en el Palacio de la Moncloa y donde el multimillonario judío dio órdenes de actuación a Sánchez que, por mucho que sea el primer ministro de una nación del primer mundo, perteneciente a la Unión Europea, no deja de ser, en realidad, el «felpudo» de George Soros en España.

Como denominador común, en todos los países receptores de la migración haitiana aparecen las ONG,s del sionista George Soros, que si no fuera por su historial intervencionista (financiando rebeliones, revoluciones y golpes de estado), sacados a la luz por la web DC Leaks, que público 2.576 documentos internos de su Open Society Foundation con los planes de la organización, pensaríamos que, de verdad, el multimillonario húngaro -expulsado definitivamente de su propio país natal- es un “filántropo benefactor” defensor de los humildes.

¿Por qué se reunió -de manera secreta- la presidenta chilena, Michelle Bachelet, con Geroge Soros?

Michelle Bachelet, presidenta de Chile -entre el 11 de marzo de 2014 y la misma fecha de 2018- mantiene una relación muy estrecha con el multimillonario Soros, al cual incluso se atrevió a condecorar sin rubor alguno, por su apoyo financiero a la democracia en Chile en su anterior mandato. Según la prensa chilena, el 11 de enero de 2015 de manera sereta (como la reunión en España con Sánchez en La Moncloa) se reunió Michelle Bachelet con George Soros en Nueva York.

¿Qué hace la presidenta de Chile reuniéndose con uno de los hombres más ricos del planeta? ¿De qué hablaron? Puede que del buen tiempo en Nueva York; pero los hechos son, que durante el año 2016 llegaron a Chile en vuelo de la compañía aérea LAW, procedente de Puerto Príncipe, con un coste mínimo por pasaje de 570$, ¡48.783 haitianos! y durante el año 2017 esta cifra creció hasta 104.782inmigrantes “ilegales” de Haití, todos en viaje de turista, es decir, con necesario billete de vuelta, aunque ninguno tuviera la intención de regresar a su país.

¿De dónde iban a sacar ¡160.000 haitianos! casi seiscientos dólares americanos para hace un turismo? ¿Cómo pueden pagar ese pasaje los haitianos? Para pagar el pasaje, los propios inmigrantes han declarado que existen opciones, como prestamistas que ofrecen el dinero a cambio de trabajo, es decir, al final se trata de mano de obra barata.

Pero medios de solvencia informativa acreditada nos informan que –tras la reunión secreta producida en la ciudad de los rascacielos entre la presidenta chilena y el multimillonario judío, ¡el gobierno de Chile estaría recibiendo (de manera oculta, por supuesto) 3.000 dólares por haitiano!, lo que justificaría esta tolerancia del gobierno con ese tráfico de haitianos que ingresan sin visado como turistas, con la evidente y demostrada intención de quedarse y sin que el ejecutivo chileno haya tomado ninguna medida para evitar este tráfico de seres humanos y este goteo incesante de inmigrantes ilegales en su país.

Cuando Sebastián Piñera fue envestido presidente de Chile, el 11 de marzo de 2018, cambió la política migratoria del país ante una situación alarmante de inmigrantes irregulares (unos 300.000 inmigrantes se encuentran en situación irregular y más de la mitad de estos “ilegales” son haitianos). Según manifestó el nuevo mandatario chileno “Hoy hemos propuesto una Nueva Ley de Migración que abre nuestras puertas a quienes ingresen a Chile en forma legal y vengan a aportar a nuestro desarrollo. Y cierra nuestras puertas a los que pretenden ingresar ilegalmente, cometer delitos o causar daño a los chilenos”. La ley limita la posibilidad de pasar de turista a residencia, motivo de la principal entrada de haitianos.

Por cierto, otro dato importantísimo es la relación existente entre las llegadas masivas de oleadas de haitianos y el significativo incremento de la violencia y los robos con fuerza en las zonas en las que se establecen comunidades de nativos de Haití en Chile; lo mismo ocurre en cualquiera de los destinos a los que se dirigen los inmigrantes haitianos. Lejos de integrarse en el nuevo país, forman comunas absolutamente insalubres, ocupan viviendas en construcción, viejas fábricas y caserones, viven con idénticas costumbres, casi salvajes e incivilizadas, de su país de origen, hacen prácticas animistas que contienen exorcismos y matanza de animales y no se interrelacionan, prácticamente, con los habitantes del lugar.

Es muy importante destacar que los niveles altísimos de incesto -de los que les hablábamos al principio de esta información- siguen manteniéndose en las comunas que establecen cuando se expatrian, por lo que resulta muchas veces difícil asumir que se trata de seres humanos igual que tú, cuando tienes que explicarles que violar a sus hijas y a sus nietas no es algo admisible.

Ciertamente -y por muy duro que resulte decirlo- parece como si el haitiano estuviera cuatro escalones por debajo en la Teoría de la Evolución de Darwin y, desde luego, sus inmorales costumbres sitúan al aborigen de Haití mucho más próximo al australopiteco que al hombre moderno.

Con anterioridad a Chile, otros países hispanoamericanos ya habían endurecido sus políticas migratorias y de asilo para impedir el ingreso o la permanencia de los haitianos en sus territorios.

Pero no importa, George Soros ya tiene otros planes para resolver el problema de Haití. No obstante, la filantropía del multimillonario sionista no consiste en crear fábricas y puestos de trabajo en Haití para que el país pueda desarrollarse, ni para ayudar al gobierno de Haití a crear mejores estructuras de Estado que den al país una mayor estabilidad y que posibilite la atracción de inversiones empresariales.

El plan de Soros pasa por eliminar la frontera con República Dominicana y crear un único país

Como siempre la solución de Soros es jugar con la inmigración, de hecho, la utiliza como arma estratégica para debilitar países y, posteriormente, hacerse con el control de alguna de sus riquezas económicas estratégicas.

El Plan de Soros es eliminar la frontera de Haití con la República Dominicana para fusionar ambos países. La consecuencia natural, será ¡está siendo ya ante la pasividad gubernamental dominicana! un desplazamiento masivo de haitianos hacia el vecino país, produciendo la despoblación de Haití y violando la Soberanía Nacional de la Republica Dominicana que ya comienza a ver amenazada su cultura y su bienestar económico.

Existe una población muy próxima a la ciudad de Santo Domingo denominada San Luiz (con z), probablemente la ciudad más marginal de toda República Dominicana y desde donde exporta, a la capital, los mayores niveles de delincuencia. La mayoría de detenidos por robos con violencia en Santo Domingo son haitianos que viven en la vecina localidad de San Luiz, prácticamente pegada a la capital. Pues bien, la ciudad dominicana de San Luiz (prácticamente un barrio dentro de la ciudad, como Vallecas en Madrid, para que se hagan ustedes una idea) ya es en ¡un 70% haitiana!

Según me confesaba la doctora Palacios, especialista en Ginecología -que presta atención gratuita en la zona marginal a través de una misión católica-, allí, que es una población de la República Dominicana, ya se está dando un porcentaje superior al 40% de incestos; la doctora palacios me contaba, además, que esto lo llevan arraigado genéticamente tanto los varones como las víctimas, víctimas sin ser conscientes de ello porque las mujeres haitianas, dentro de la familia, viven el incesto como un hecho normal. Eso sí, si se quedan embarazadas son expulsadas del domicilio familiar y entran en un nuevo infierno: la mafia de la prostitución que, en República Dominicana está controlada en un 80% por haitianos.

Para desgracia para su ciudadanía (difícilmente alguien puede hacer frente a un poder y una amenaza que desconoce), en República Dominicana raro es el ciudadano que ha escuchado hablar alguna vez de George Soros y, con seguridad, la mayoría de dominicanos que lean esta información les “sonará a chino”.

A su presidente, Danilo Medina, también lo tiene George Soros absolutamente de su lado desde que ambos se reunieron, también en Nueva York, en septiembre de 2014 en Nueva York, en donde hablaron de la situación migratoria de haitianos en el país. En esa reunión, Soros instó a Medina a otorgar estatus legal a cada haitiano que vive en suelo dominicano, unos dos millones, a lo que el jefe de Estado respondió que le alegraba su interés «porque lo cierto es que nuestros hermanos haitianos lo necesitan»; nada mejor que un presidente sumiso (lo mismo que ocurre en España con Pedro Sánchez) al que poder manejar como una marioneta al servicio de los planes migratorios internacionales que el multimillonario judío logre sus objetivos.

Para ello, como siempre, George Soros ha comenzado a inyectar una significativa cantidad de dólares mediante las ONG,s defensoras de los derechos de los haitianos (todas controladas por él); y posiblemente otros lobbys más oscuros para incentivar la migración de haitianos indocumentados hacia la República Dominicana y ganar voluntades para su proyecto a nivel nacional, internacional y mediático.

¡Dos millones de haitianos ya han ocupado República Dominicana!

Para que nos hagamos una idea de la gravedad de la situación, toda la Unión Europea entró en crisis migratoria ante la posibilidad de una entrada de 500.000 refugiados sirios.

Pues bien, la República Dominicana, un país de cerca de once millones de nativos posee ya dos millones de haitianos. El país -aunque en significativas y evidentes vías de desarrollo- tiene un nivel de pobreza en torno al 40% y la diáspora haitiana representa el 25 % de la fuerza laboral total, destacándose en los sectores de la agricultura y la construcción, donde ya representan el 60% y el 80 % de la mano de obra respectivamente.

Y ahora, con el cierre de fronteras en otros países, el magnate sionista de origen húngaro da un paso más: Soros pretende la fusión plena entre la República Dominicana y Haití; pero, ¿cuántos haitianos puede absorber?, ¿cuántos de los once millones de haitianos pasaran la frontera?

Todo parece indicar -como está haciendo con los musulmanes desde el norte de África y utilizando España como vía de entrada a Europa- que George Soros  va a provocar, a través de sus múltiples redes de control social, una tremenda crisis migratoria, una crisis migratoria en la que ya tendría el apoyo garantizado de Naciones Unidas y que, lejos de solucionar el problema del hambre haitiana, lo que conseguiría es extender la pobreza a toda la Isla y, de manera casi exclusiva, a la vecina República Dominicana.

¿Por qué un país soberano como República Dominicana debe ser sacrificado?

¿Hay algún interés oculto en todo ello?

¿Qué se consigue con paralizar el desarrollo de un país del Segundo Mundo que, aunque muy lentamente, evoluciona de manera francamente optimista, tanto en condiciones sociales y laborales, como en infraestructuras?

Oro, Plata y Cobre. Un negocio a repartir entre Los Clinton y George Soros

Ya a principios del año 2012 la prensa dio a conocer que se había encontrado oro, plata y cobre en las montañas de Haití. Las perforaciones realizadas por la empresa Eurasian Minerals -una empresa minera con sede en Toronto- han mostrado la existencia de oro, plata y cobre en las montañas del noroeste de Haití por un importe calculado ¡de más de 20 mil millones de dólares! Con este hallazgo y una buena gestión, Haití podría aliviar la pobreza de sus ciudadanos, el dinero generado por los minerales podría costear la construcción de carreteras, escuelas y redes de agua potable y de desagües, para esta nación de 11 millones de habitantes. Pero desgraciadamente Haití ocupa el puesto 175 de 200 en el índice de corrupción, no ha firmado el convenio sobre seguridad y salud en las minas, ni la Iniciativa para la Transparencia de las Industrias Extractora, y por otro lado la familia Clinton y George Soros están detrás de la explotación de ese oro.

La citada empresa de sondeos exploratorios, Eurasian Minerals, ha conseguido por parte del gobierno haitiano licencias de explotación a cielo abierto. La minería a cielo abierto está prohibida por la Unión Europea por las grandes cantidades de cianuro necesarias para procesar la extracción de oro. En Haití esto contaminaría irremediablemente el agua del único río de importancia en el país, el Artibonito, provocando una mayor crisis humanitaria ante la falta de agua: de ahí el interés de Soros en que la migración continúe e incluso se acentúe.

La relación de las empresas que están consiguiendo licencias de explotación de las minas en Haití, con la familia Clinton y con el propio George Soros es más que evidente, tanto la compañía Eurasian Minerals Inc, como la Newmont Mining Corporation, que ha comprado las licencias a la anterior; como VCS Mining, con mucha participación en acciones de Tony Rodhan hermano de Hillary Clinton; como el propio George Soros, han proporcionado fondos para la campaña de Hillary Clinton. Soros además posee el 10% de las participaciones de la empresa Newmont Mining Corporation. Y, por si fuera poco, en octubre de 2013, Tony Rodham se unió al consejo también asesor de VCS Mining, y con la influencia de su cuñado (el ex presidente Bill Clinton), consiguió de la mano del gobierno de Martelly las dos primeras concesiones para la explotación minera de oro en Haití desde hace más de cinco décadas, lo cual gracias a la cantidad generosa de acciones cedidas por VCS Mining a Rodham, podría brindarle millones de dólares si se consigue el oro de Haití. Por el contrario, el Tesoro público haitiano se mantiene – paradojalmente – vacío.

En resumen, George Soros tiene la solución en su mano con una explotación minera civilizada y compartiendo los rendimientos mineros con el estado de Haití, que podría dar con ese dinero un impulso suficiente al desarrollo de su país, para que su gente no viva en la miseria y así terminar con el éxodo de sus habitantes.

Pero en lugar de apoyar esta justa solución, el multimillonario sionista Soros prefiere financiar la migración y las ONG,s que las apoyan para vaciar el país de habitantes y poder, así ,realizar mejor una explotación salvaje con grandes rendimientos para él y sus amigos. Este es el mismo George Soros que se reunió el pasado 27 de junio con el presidente español Pedro Sánchez y desde entonces no han cesado los mayores problemas migratorios en toda la historia de España: le han bastado quince días…

El interés en España es muy similar al dominicano, cada uno que saque sus conclusiones.

 

 


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