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Crisis en Salud Pública de RD


Por: Rey Díaz

Análisis social y político

A medida que crece la población en el territorio dominicano se acrecienta la precariedad en la atención médica hacia la población proveniente de los sectores marginados. La falta de personal profesional especializado y los recursos limitados para contrarrestar las enfermedades comunes que afectan ese segmento de la población como consecuencia de una política de salud pública que niega las asignaciones de fondos necesarias entre los hospitales del país, con la mira de mejorar las demandas de servicios de salud entre el pueblo empobrecido.

En el marco de salud pública, los críticos de esa política del Estado dominicano, sostienen que esa situación se debe a la ausencia de un plan nacional que haga asequible a todos los usuarios, los servicios de agua potable, para que existan las condiciones mínimas de higiene que permita contrarrestar las enfermedades infecto-contagiosas como las producidas por el agua estancada, cultivo apropiado para la reproducción de mosquitos, y las enfermedades generadas por las picaduras de estos insectos.

Esta crisis, además, está latentemente presente según el personal médico por la falta de facilidades adecuadas en los hospitales para suplir las demandas que tiene la población, unido todo eso a las limitaciones de un presupuesto muy limitado, asignado a la salud pública, en comparación con las demandas de servicios que tiene la población actual.

Además, los críticos del sistema de salud pública señalan que la suma de todos estos males hace que las instituciones encargadas de velar por la salud no den a abasto con las demandas existentes de los servicios elementales que exige la población pobre del país. La pobreza extrema, en desempleo, y la falta de seguridad ciudadana no permiten acabar con los cinturones de miseria que existen, pues para ello se requiere de un énfasis en mejorar el desempleo, y los niveles de ingresos en el sector público y privado a nivel nacional.

A juicio de los críticos, el gobierno de Danilo Medina no está haciendo lo esencial para mejorar la crisis en la salud que recibe la población. Y los niveles bajos de ingresos, aún más la carencia de empleos en la población pobre; impiden que los usuarios puedan acudir a clínicas privadas donde recibirán mejor servicio médico que en los hospitales públicos del Estado.

Según informes del Departamento de Salud Pública no existen estadísticas sobre el sistema de salud en la República Dominicana. Eso quiere decir, que ni el mismo Estado Dominicano sabe a ciencia cierta cuál es la situación sobre la Salud del pueblo, ya que, aunque los records en los hospitales públicos permanecen en archivos, lo cierto es que no están computarizados para medir los niveles de servicios que carece pueblo y así medir la efectividad en el sistema de salud pública en la actualidad.

Si existieran las estadísticas y tuviéramos acceso para medir cualitativamente esos datos sobre la salud pública en la nación, pudiéramos mostrar en un informe detallado el estado de la nación en referencia a las demandas de salud, higiene, recursos humanos, presupuesto, facilidades médicas y niveles de servicios en asunto de salud. Este análisis está documentado, en parte, por los mismos reportajes que son publicados en los principales diarios del país, donde observamos las fotos de pacientes en los principales hospitales que permanecen hacinados en las salas de espera, mientras aguardan para recibir atención médica.

Además, de la falta de personal, existe la falta de medicamentos para el cuidado de la salud, así como también más hospitales con suficientes camas para ofrecer cuidado médico a los pacientes enfermos, según las innumerables demandas de las enfermedades infecciosas y epidémicas que azotan la población. Esas realidades observadas en los hospitales dejan entrever acerca de la precaria situación del sistema sanitario que impera en la República Dominicana, que muestra no reunir las condiciones mínimas para responder a las demandas de mejor atención en los servicios de salud entre los usuarios que acuden a los centros médicos de la nación.

En un país donde se ha politizado las áreas de servicios, el pobre ha sido marginado al recibir la atención rápida profesional que el Estado Dominicano debe garantizar a todos los ciudadanos. Y es que casi todos los recursos del Estado Dominicano son desviados hacia la política de corrupción, donde se invierten grandes sumas económicas en propagandas del gobierno, en corrupción administrativa, otra parte de los recursos son destinados a los funcionarios, y luego la otra parte es usada entre los políticos corruptos, así como también en el pago a la deuda externa.

La crisis de la nación dominicana esta generada por la practica anti-ética de usar los recursos del Estado, que por ende pertenecen al pueblo dominicano, para el uso de otros asuntos de menor importancia, pero siempre ligados a la corrupción. Como no hay un régimen de consecuencia para los delitos cometidos contra el Estado, y siendo el ejecutivo, quien controla a los poderes legislativos y el judicial, eliminar la corrupción, se hace una tarea titánica, en una nación donde la corrupción es orquestada desde el palacio presidencial.

El gobierno dominicano ha ido más allá, controlando los medios sociales de comunicación. Aunque el presidente no es el dueño de estos medios sociales como la radio, la televisión y los periódicos que se empaquetan en la República Dominicana, sin embargo, el gobierno ha permitido el crecimiento económico rápido de algunos empresarios, quienes pagan muy pocos impuestos, al traficar con mercancías importadas sin que las aduanas reciban el pago del impuesto por esas mercancías, con tal de que estos empresarios hagan concepciones publicitarias al gobierno cuando este lo amerite.

Podemos observar que, si un productor en un programa cualquiera se pasa de la raya criticando al gobierno, el gobierno ejerce presión al dueño de la empresa para que este saque del aire al programa, o de lo contrario pagará las consecuencias, donde el gobierno impondrá su poder al reducir las concesiones secretas que el gobierno concede a los empresarios que crecen económicamente en forma acelerada bajo el anonimato de la impunidad.

El Estado Dominicano controla los medios, y aunque hay mucha tela por donde cortar, los medios de comunicación que existen actualmente en la República Dominicana, permiten que este estado de cosas continúe, ya que sus ejecutivos han recibido, y todavía reciben recursos del Estado como sobornos para mantener a los directores de periódicos en silencio ante una administración mediocre y corrupta.

Esto siempre ha existido en el país. Por ejemplo, el director del periódico el Caribe, German Emilio Ornes, era intransigente contra cualquier reportero que recibiera dinero del Estado. No permitía que sus reporteros recibieran viajes pagados, o algún estipendio, si viajaban al interior, o al exterior del país a cubrir cualquier evento relacionado al gobierno. Y si un reportero hacia caso omiso de sus reglas, lo sacaba del periódico tan pronto se enteraba que había recibido dinero.

Sin embargo, una fuente de entero crédito que trabajo muy de cerca con German Emilio Ornes, asegura que dicho director del periódico “El Caribe”, recibía cheques del gobierno de Dr. Balaguer, además de ser miembro de la Junta Monetaria. Los conflictos de intereses siempre han existido dentro y fuera de la administración pública.

Si el ListinUSA.net estuviera en la República Dominicana, la presión fuera muy grande para que no hiciéramos las críticas que hacemos al gobierno dominicano. Y aún, en otras ocasiones durante nuestra breve historia, nuestro periódico ha sido jaqueado por personas a quienes desagradan nuestras críticas contra la corrupción que emana desde el Estado Dominicano por una administración que es indigna de dirigir nuestra nación.

Aunque hemos dicho que los medios de comunicación se hacen eco de los males que afecta la salud publica en el país, esos mismos diarios no critican abiertamente al Estado Dominicano, a pesar de la penosa situación que atraviesa la salud pública entre los sectores marginados.

Esa gente marginada, carece de todos los medios para que sus gritos sean escuchados y atendidos por el Estado Dominicano. En ese sentido, lo peor del caso, es que esa gente pobre no tiene los más mínimos recursos para solicitar los servicios de clínicas privadas. A veces, esta gente acude a los medios para pedir, que alguna persona se compadezca de su caso, y le ayude a financiar los males que padece, un hijo, o una hija, en otras ocasiones las mismas personas se hacen eco de sus necesidades a través de los medios, o de las redes sociales para obtener lo que el Estado le niega, aunque la constitución garantiza la atención médica, la salud, educación y el derecho de tener un hogar, los hijos de machepa carecen de estos privilegios y servicios.

Lamentablemente, las prioridades del gobierno no están en mejor las condiciones precarias de la salud del pueblo, si así fuera, los reportajes sobre los servicios de salud en los hospitales estarían encaminados a elogiar los servicios públicos de salud en el país. Pero lo que observamos es todo lo contrario. Y esto se debe a que el gobierno está más interesado en sostener la corrupción, la impunidad, y el mantenimiento de bocinas para acallar las voces disidentes. Esas críticas al gobierno pudieran contribuir para que el gobierno use mejor los recursos del Estado y mejore las condiciones de salud en todo el territorio nacional.

La democracia en la República Dominicana exige de una prensa libre, –no pisoteada por el gobierno, –para inducir al gobierno a trazar líneas rectas dentro del marco de su administración lo más transparente posible, sin los graves males que afectan la administración del Presidente Danilo Medina. La salud del pueblo representa la vida, y al no dar prioridad a la vida, el gobierno está aniquilando al pueblo.


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