Por el periodista Salvador Holguín
Diciendo “Lo que otros Callan”
El 27 de febrero día en que celebrábamos el 174 aniversario de nuestra Independencia, todos los dominicanos y dominicanas nos quedamos esperando que el mandatario Danilo Medina Sánchez pronunciara ante la Asamblea Nacional, el mejor discurso de la historia republicana y de su trayectoria política, ya que la coyuntura era propicia para hacerlo, debido a los escándalos de corrupción y sustracción de fondos que han estallado en su gobierno en los casi seis años que lleva dirigiendo las cosas del Estado, pero lamentablemente no fue así, lo que escuchamos fue una oratoria cargada de complicidad y falsacionismo discursivo del presidente.
En su rendición de cuentas a la nación vimos al gobernante Danilo Medina ansioso, nervioso, inquieto, encarado, tenso, tomando mucha agua y equivocándose más de lo que nos tiene acostumbrados dado a sus limitaciones discursivas. Lo cierto es que por más que se empeñó en disimularlo, algo lo tenía marcadamente molesto y preocupado durante el discurso. Me atrevería a asegurar que tiene que ver con sus planes continuistas para promover una nueva aventura reeleccionista, de eso estuvo cargado su discurso, lo confirmaremos muy pronto, el tiempo nos lo mostrará…
Mientras se dirigía al pueblo dominicano observábamos al ejecutivo Danilo Medina más errático que antes en su dicción; sudoroso, torpe como nunca en la lectura, ridículo pronunciando “wifi”, y como ido en ocasiones. No nos sorprendería que le resurja de nuevo en la piel aquella “alergia” que le salió previo al proceso reeleccionista del 2015 con el Quirinazo, los vientos de Leonel Fernández “El León”, Punta Catalina y Odebrecht, que dada la implicación creemos que pocas cosas le sucedieron al “brujo de San Juan”.
Todo indica que el sentido de vergüenza y decepción impidió que el presidente Danilo Medina refiriera en su discurso de rendición de cuentas en la Asamblea Nacional el tema de la corrupción, porque en reiteradas ocasiones él había dicho en discursos anteriores que actuaría hasta por rumor público, y en lo que va de gestión de sus gobiernos no ha sido rumor lo que ha acontecido, sino que le han detonado en su cara los escándalos y de sus más cercanos colaboradores y aliados, lamentablemente no ha pasado nada ni va a pasar porque quienes están para perseguir la corrupción y a los corruptos, son iguales o peor que ellos…
Ya entendemos porqué el jefe de Estado, Danilo Medina Sánchez, nunca se refirió a los casos de malversación, saqueo, sustracción, sobornos y sobrevaluación que han escandalizado al país y al mundo en su gestión, como son: Punta Catalina, Odebrecht, OMSA, OISOE, CEA, CORDE, OPRET, JCE y sus escáneres, Joao Santana y su estructura mafiosa, la mafia de los permisos de importación de José Ramón Peralta denunciado por Faña presentando 264 pruebas, CDEEE de Rubén Bichara, Plan Social de Iris Guaba, el INDRHI de Olgo Fernández, ProCompetencia de Yolanda Martínez, encubrir Tucanos, Barrick Gold, Subsidio de Combustibles, Refidomsa, Fondos de Pensiones del Banco Central, medicamentos en Salud Pública, prestamos falsos del Bagrícola, nombramientos y botellas en la Cancillería de Miguel Vargas, corrupción en Banreservas y Superintendencia de Seguros, narcotráfico y tráfico de ilegales en la Frontera. Por lo antes visto es muy difícil rendir cuentas sobre estos temas si hay complicidad y permisividad de quienes están para perseguirlos y resolverlos. Cuanta impotencia y decepción sentimos los ciudadanos cuando veíamos al presidente evadir los temas que sí preocupan a la población.
