Santo Domingo.-El aceite de argán es conocido por su uso en cosmética tanto para el cuidado de la piel como del cabello porque contiene ácidos grasos que lo convierten en un producto hidratante, calmante, cicatrizante y antiséptico.
Sus propiedades nutricionales provienen fundamentalmente del tipo de grasas que aporta y de un conjunto de sustancias que actúan como antioxidantes, tal y como explica Marta Gámez, directora técnica del Grupo NC Salud.
Su contenido en grasas insaturadas como el ácido oleico reduce los niveles de LDL (colesterol malo) y aumentan los de HDL (colesterol bueno), También contiene omega 6, que mejora el perfil lipídico, lo que ayuda al combatir el estrés oxidativo.
El consumo regular del aceite de argán virgen contribuye a la regulación de los niveles de colesterol. En este punto, contiene más ácido oleico que el de girasol pero menos que el de oliva virgen extra.
Por otra parte, su acción antioxidante se debe a componentes como los tocofenoles, que pertenecen al grupo de sustancias de vitamina E, los polifenoles, la coenzima Q y la melatonina. «Aporta el doble de vitamina E que el aceite de oliva, lo que le confiere mayores propiedades antioxidantes», recuerda Mª Paz Pellús, adjunta de la Farmacia La Esencial de Madrid. De hecho, dos cucharadas de aceite de argán contienen la cantidad recomendada de esta vitamina aunque Gámez aclara que lo más importante es el tipo de tocofenol de cada aceite: «El de argán y-tocofenol que, además de ser antioxidante, tiene un poderoso efecto antinflamatorio.
