El famosísimo actor estadounidense confesó que padece de un raro trastorno llamado prosopagnosia. Para una persona como él, que se relaciona constantemente con mucha gente, ya sea nueva o viejos conocidos, tener prosopagnosia es un gran problema, porque significa que no puede reconocer caras.
Pero, ¿qué es la prosopagnosia y por qué podría resultar tan fastidiosa para una persona tan mediática ?
Descripción general
En nuestro cerebro tenemos una parte que se dedica enteramente al reconocimiento facial (aunque podría tener más funciones) que se llama giro fusiforme. Ocurre que cuando, por cualquier motivo, el giro fusiforme se daña, nuestra capacidad para identificar caras se ve perjudicada.
Otra manera de contraer prosopagnosia es de manera congénita, en la que la esta habilidad nunca se desarrolla completamente. En cualquiera de los casos, este trastorno trae sobre todo problemas para relacionarse con la gente por un motivo muy básico: es difícil reconocerlos.
Lógicamente, poder asociar las caras a la gente es súper importante para la comunicación entre seres humanos. Tanto es así que le dedicamos toda esa fracción de nuestro cerebro a dicha tarea, para que no dependa del mismo proceso que usamos para interpretar visualmente a los objetos inanimados, que es mucho menos sensitivo y complejo. El problema es que quienes padecen de prosopagnosia tienen que analizar las caras de formas necesariamente ligadas a ese fenómeno menos eficiente.
Consecuencias
Los prosopagnósticos pueden identificar los órganos como la boca, ojos y nariz, pero no pueden asociarlos a un lugar preciso de la cara, por lo que les resulta imposible identificarlas, por más que sean conocidas. Es más, muchos son incapaces de reconocer la suya propia.
Imagina por un segundo la situación de alguien como Brad Pitt, quien debe relacionarse con la gente para poder trabajar. Conoce y sabe perfectamente quién son sus amigos, los directores y actores con los que ha hecho películas, los mánagers, etc… solo no puedo recordar cómo lucen sus caras. Si le es imposible reconocer las caras en sí mismas, debe valerse de otras cosas que puedan caracterizar a una persona. Quizá algún rasgo muy particular, el cabello, su forma de caminar, incluso sus gestos, la ropa que usa generalmente, la voz… todas partes disociadas de la cara. El único problema es que para poder identificar con facilidad, por ejemplo, la voz o los gestos de una persona, debes conocerla lo suficientemente bien.
Este trastorno es bastante poco frecuente y, en general, no se sabe mucho al respecto. Es difícil emitir un diagnóstico exacto a través de pruebas y tampoco hay tratamiento conocido, sino que todo depende de la capacidad de los pacientes a adaptarse.
Fuente: Estilos
